El foco de la epidemia de legionela de Murcia estaba en un hospital
Una de las tres torres de refrigeración del hospital Morales Meseguer de Murcia fue el foco de la epidemia de legionela que afectó a la ciudad el pasado mes de julio, según el informe técnico elaborado por el Instituto Carlos III de Madrid y el Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad.
El consejero de Sanidad, Francisco Marqués, informó en conferencia de prensa del resultado de la investigación, que fue recibido ayer mismo por ese departamento del Gobierno regional.
Se da la circunstancia de que el 48% de los más de 600 enfermos afectados oficialmente por la legionela fue atendido en ese hospital durante el episodio, que provocó, según el mismo informe, cuatro muertes.
El consejero explicó que la muestra de legionela que tiene el mismo patrón molecular que la de los afectados por la epidemia se tomó en la torre del hospital el 30 de octubre, en tanto que las recogidas en julio y fechas posteriores en esa misma torre resultaron negativas.
Al respecto apuntó la posibilidad de que la 'hipercloración' a la que se sometieron las tres torres de refrigeración de dicho hospital hizo que esas muestras fuesen negativas, a lo que hay que sumar el hecho que de estuvieran paradas durante casi un mes.
De las otras 34 torres de las que se tomaron muestras en la ciudad no se ha encontrado una asociación significativa con la bacteria causante de la epidemia.
Marques explicó también que para localizar el origen de la epidemia, los servicios de la Consejería de Sanidad realizaron controles a 85 enfermos confirmados de legionela residentes en la región y a otras 170 personas de las mismas características y vecinas de las anteriores, que no se vieron afectadas por la epidemia.
Estas 255 personas se sometieron a un cuestionario de movilidad que determinó el área en el que se produjo el brote y eliminó las otras dos zonas de riesgo que se analizaron.
Marqués reconoció que la epidemia podía haber afectado a las personas que había en el interior del hospital, ya que el brote estaba en el agua del sistema de aire acondicionado, tras lo que puso de relieve el hecho que fue precisamente este centro médico 'el que más firmemente' colaboró en la resolución de la epidemia.
Informe al fiscal
El consejero hizo hincapié en que el último caso de esta epidemia se registró el 19 del mismo mes de julio, por lo que el brote se cortó 12 días después de declararse, con el resultado de 650 afectados y cuatro muertos, lo que supone una tasa de mortalidad del 0,7%, que se eleva al 1,1 si se contabiliza una quinta víctima, cuya muerte no está confirmada oficialmente que fuera por legionela.
El informe destaca también el mal estado en que se encontraban otras torres de refrigeración de la ciudad como consecuencia de su mal mantenimiento.
El consejero señaló que los resultados del estudio epidemiológico se pondrán en conocimiento de la Fiscalía. Cuando se registró el episodio de epidemia, el hospital Morales Meseguer pertenecía al Insalud, pero fue transferido al Gobierno regional.