El euro cae a 0,85 dólares pese al mejor clima empresarial alemán de enero
La subida del índice de confianza empresarial en Alemania durante el mes de enero ha elevado el optimismo de los expertos, que ven en ello una señal de reactivación económica. Sin embargo, este esperanzador dato no sirvió de impulso al euro, que llegó a cotizar momentáneamente a 0,8580 dólares, lo que supone una pérdida del 4% sobre los valores de comienzos de año y el mínimo en seis meses frente a la divisa norteamericana.
Este índice, calculado por el prestigioso instituto económico IFO, se colocó en enero en 86,3 puntos en Alemania occidental, frente a los 85,8 puntos de diciembre. En los Estados federados del este del país, el índice subió hasta los 98,5 puntos, frente a los 96,9 puntos del mes anterior.
Estos datos indican que los empresarios germanos fueron este mes más optimistas que en los últimos cinco meses y anuncian que la primera economía de la zona euro está en el camino de la recuperación, ayudada por las señales de mejora procedentes de EE UU.
Ralph Solveen, experto del banco germano Commerzbank, aseguró que estos datos demuestran que la coyuntura alemana 'ha llegado a un punto de inflexión'. Sin embargo, el descenso en la calificación de la situación actual, que bajó de 79 a 78 puntos, indica que el PIB del país no crecerá de forma significativa en el primer trimestre de este año, añadió.
Según este analista, el auténtico repunte de la economía se producirá en el segundo trimestre. Por otra parte, Gernot Nerb, analista del instituto IFO, afirmó que el aumento de la confianza empresarial es la señal 'de un inicio de la recuperación económica en Alemania'. 'Estamos en una fase temprana de la recuperación y aún no está claro cómo será de fuerte el aumento de la actividad', precisó el experto.
Con un aumento del PIB de tan sólo el 0,6% el pasado año, Alemania se encuentra al borde de la recesión. La tradicional locomotora de Europa ha pasado a colocarse el furgón de cola en lo que se refiere a tasas de crecimiento. La mala situación económica se ha reflejado en el mercado laboral: las empresas germanas han eliminado alrededor de 130.000 puestos de trabajo durante el año 2001. Pese a la opinión de los expertos, las perspectivas para este ejercicio no son de momento muy halagüeñas y el Gobierno no prevé un crecimiento de más del 0,75% del PIB.
Los analistas no están de acuerdo en si el Banco Central Europeo volverá a bajar los tipos de interés en el área, pese a la mejora de la confianza empresarial en Alemania. Aunque algunos no están de acuerdo con esta afirmación, Nerb cree que el banco europeo tiene margen de maniobra para nuevos descensos de las tasas. 'La economía necesita un empujón para poder mantener el crecimiento por sí misma', señala.
Por su parte, el euro volvió ayer a ser víctima de las positivas perspectivas de recuperación que viene ofreciendo EE UU y cayó por debajo de los 86 centavos de dólar, el mínimo de los últimos seis meses frente a la divisa estadounidense. Así, a primera hora de la tarde el euro se cambiaba a 0,8617 dólares, frente a los 0,8643 que había fijado por la mañana. El BCE estableció su cambio oficial en los 0,8578 dólares.
Según explicaron ayer los analistas, la creencia generalizada de que la economía norteamericana se recuperará de la recesión antes que la europea fue la nota dominante de la jornada y la que impulsó la cotización del dólar contra el euro, el yen, el franco suizo, la libra esterlina y el dólar canadiense.
IG Metall pide un incremento salarial del 6,5%
El sindicato metalúrgico alemán IG Metall ha decidido solicitar un aumento salarial del 6,5% para los 3,6 millones de trabajadores del sector durante las negociaciones que mantendrá con la patronal este año, según anunció ayer la organización.
El presidente de IG Metall, Klaus Zwickel, subrayó que 'tras las moderadas subidas salariales del año pasado, los trabajadores necesitan más dinero'. Esta petición no constituye ninguna sorpresa, ya que las federaciones regionales del sindicato ya expresaron en las últimas semanas su intención de solicitar el aumento. Zwickel insistió en que la coyuntura del sector de metalurgia y de construcción mecánica es buena, por lo que es factible llevar a cabo una subida significativa de los salarios. Sin embargo, los empresarios consideran que esta petición es exagerada.
En este sentido, el presidente de la patronal alemana del sector metalúrgico, Gesamtmetall, Martin Kannegiesser, manifestó que el conflicto durante la negociación será sin duda 'el más duro de los últimos años'.
Las reivindicaciones de IG Metall también suponen un problema para el canciller Gerhard Schröder, que cuenta con una subida salarial moderada este año para contener la última oleada de supresiones de empleos.