Sólo el 15% ganó a la inflación
75 planes de pensiones, ni uno más, consiguieron batir al índice de precios durante el año pasado, es decir, ganar más del 2,7%
El ahorro depositado en los planes de pensiones vivió su segundo año consecutivo de depreciación mayoritaria de los valores patrimoniales. Del medio millar de planes de pensiones existentes en España en el sistema individual, nada menos que 310 planes registraron una pérdida de valor en su patrimonio, aunque en algunos casos, más de un centenar de planes de pensiones, esta pérdida superó el 10%.
Por la intensidad de las pérdidas, el balance del pasado año ha sido el peor desde que los planes de pensiones existen en España en su formulación actual. El ahorro depositado en los planes de pensiones es un ahorro a muy largo plazo y, por lo tanto, las pérdidas o los beneficios que alcanzan estos instrumentos de ahorro en plazos cortos deben ser tenidos poco en cuenta.
Lo malo es para los ahorradores que llegan al final de su etapa de capitalización y al momento de disponer de su dinero en uno de esos periodos bajos de los mercados, ya que tienen muy poco margen de tiempo para eludir la pérdida de una parte del valor de sus ahorros.
Los rendimientos positivos escasearon el pasado ejercicio en los fondos de pensiones. Unos 150 fondos de pensiones cerraron el año 2001 sin merma de su valor, es decir, con una cierta acumulación de valor en sus planes, aunque las ganancias fueron muy escasas por término medio.
Los planes de pensiones que superaron la tasa de inflación fueron minoría. Si se toma la tasa de inflación media a lo largo del pasado año, del 3,7%, los planes de pensiones que lograron superar esta cota apenas son 43, es decir, menos de un 10% del conjunto de los planes de pensiones del sistema individual.
Si se toma la tasa de inflación anual de final del año 2001, del 2,7%, los planes de pensiones que lograron rentabilidades positivas por encima de estos niveles son algunos más, del orden de 75, es decir, alrededor del 15% de los planes de pensiones existentes en España a finales del pasado año, y de los cuales se tiene una información transparente y continuada.
Por desgracia, no todas las entidades financieras ofrecen información transparente sobre los planes de pensiones que comercializan, de forma que los inversores particulares que desean aprovechar las cada vez más flexibles posibilidades de cambiar de gestora se ven condicionados, a la hora de tomar sus decisiones, por la opacidad que muestran sus gestores.
Claro que tomar decisiones de cambio de un fondo de pensiones a otro, por la experiencia en materia de rentabilidad de un ejercicio negativo, no es una buena decisión. Las comparaciones más sensatas son las que toman periodos más dilatados de tiempo, por lo menos plazos superiores a tres o a cinco años, aunque el plazo de vida de un plan de pensiones puede dilatarse por encima de los 20 o más años.
A diferencia de otros instrumentos de ahorro, en los planes de pensiones no se penaliza el cambio de un fondo a otra gestora o a otro fondo de pensiones, siempre que se mantenga el nivel de ahorro y de inversión. De hecho, a veces, el cambio de aires tampoco es malo para la buena salud del ahorro.