Adepa confía en cíclicos y tecnológicos
Adepa espera un 2002 alcista en renta variable. Sin embargo, los expertos de esta agencia de valores y Bolsa matizan que el grado de subida del mercado español dependerá de dos variables: que se confirme que la recuperación económica llegará en el segundo semestre del año y que la crisis Argentina se solucione pronto.
Si se cumplen estas dos premisas, Adepa cree que el Ibex puede situarse a finales del ejercicio entre los 10.200 puntos y los 10.500 puntos, es decir, un potencial máximo del 28%. Sin embargo, si se retrasa la recuperación y Argentina sigue dando problemas, el principal índice de la Bolsa española sólo podría subir, según Adepa, hasta los 9.500 puntos, un 16% más.
La cartera modelo de esta agencia para 2002 se compone de tan sólo seis valores: Telefónica, Telefónica Móviles, Indra, Acerinox, Bankinter y Sol Meliá. 'Las primeras empresas en comenzar a reflejar los efectos de la recuperación serán los valores cíclicos y, también, los tecnológicos, que son los que saldrán más beneficiados de las rebajas de tipos de interés', explica Sandra Yerpes, analista de Adepa.
Telefónica y Telefónica Móviles son, según esta agencia, dos valores a tener en cartera. No obstante, recuerdan el riesgo que supone su exposición a Argentina. Adepa da un precio objetivo de 18 euros a Telefónica, un 26,7% más, y de 9,5 euros para su filial celular, un 20,55% más
Adepa cree que Indra es una de las tecnológicas más atractivas de Europa. Además, valora que haya revisado al alza sus objetivos de beneficios. Le concede un potencial de revalorización del 26,18%, hasta los 12 euros.
Por otra parte, Adepa destaca de entre los valores cíclicos a Acerinox, 'una empresa que ha capeado con resultados más que aceptables la caída de los precios del acero'. Fijan el precio objetivo en 45 euros, un 16,55% más. Para el sector bancario eligen a Bankinter, porque su exposición a Latinoamérica es menor que la del SCH y el BBVA, y le dan un potencial del 21% hasta los 38 euros.
Sol Meliá es, según Adepa, un valor de riesgo, pero con atractivo potencial de crecimiento y que ya ha descontado el efecto de los atentados del 11 de septiembre.