El Gobierno aprobará en primavera la ley que permite crear empresas en 48 horas
El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, presentó ayer en sociedad el llamado Proyecto Nueva Empresa, una iniciativa que pretende reducir sensiblemente los trámites y el plazo necesario para crear una empresa en la que colaboran los ministerios de Trabajo, Administraciones Públicas, Hacienda y Economía y los Colegios de Notarios y Registradores Mercantiles.
Está basado en cuatro pilares. El primero de ellos es el Estatuto de la Nueva Empresa, que el Gobierno prevé aprobar en primavera, mediante proyecto de ley, para que entre en vigor a finales de año, una vez superado el trámite parlamentario.
Contempla aprovechar los medios telemáticos para que una sociedad pueda constituirse entre 24 y 48 horas, frente a los dos meses de media actuales. Permite la creación de una empresa bajo el régimen de sociedad de responsabilidad limitada, garantizando la separación del patrimonio personal del empresarial. Los socios sólo podrán ser personas físicas y el capital social deberá estar comprendido entre 3.005 euros (500.000 pesetas) y 60.101 euros (10 millones de pesetas), permitiendo desembolsos parciales.
El estatuto contempla un objeto social amplio -sólo están excluidos los seguros, hidrocarburos, agencias de valores y entidades financieras-, que elimina las rigideces actuales. Además, describe unos órganos sociales de fácil funcionamiento y convocatoria (incluso vía Internet) y contempla la creación de secciones especiales en los registros mercantiles. Mientras el estatuto se tramita, el Gobierno trabaja en los otros tres pilares del Proyecto Nueva Empresa.
Se trata de un plan de contabilidad simplificado para estas empresas, la creación de un Centro de Información y Creación de Empresas (red Circe) para asesorar a los emprendedores en la constitución de sociedades y durante los primeros años de su actividad y la redacción del llamado documento único electrónico. Este hará posible trámites vía Internet como la escritura pública ante notario, el pago de tributos o el alta en la Seguridad Social.