El Ibex cae un 1,82% y el Dow Jones cede más de un 2%
Un nuevo frente se ha abierto ahora para las Bolsas del mundo. Ha comenzado la publicación de los resultados empresariales, que es la principal variable a la hora de valorar si las acciones están caras y baratas. Las compañías de EE UU son las más madrugadoras. Intel abrió la tanda con previsiones para 2002 nada positivas. JP Morgan confirmó ayer que tuvo pérdidas en el último trimestre, las primeras en cinco años.
La crisis en Argentina y su posible traslación al resto de los países de la zona; la recesión económica, que a decir de Alan Greenspan puede ser más duradera de lo previsto, y el test vital de los resultados de las empresas cotizadas son los grandes frentes abiertos en las Bolsas del mundo.
Las compañías estadounidenses son, desde siempre, las más madrugadoras a la hora de presentar las cuentas de resultados a los accionistas. En España, la veda la abrieron ayer el Banco Popular y Bankinter. Ganaron un 15,2% y 8,7% más en 2001. La Bolsa aplaudió la buena marcha del negocio de ambas entidades y subieron un 4,80% y 0,66%, respectivamente.
Los grandes bancos presentarán resultados más adelante. El SCH, que tenía previsto hacerlo el 4 de febrero, anunció ayer que lo hará el próximo día 22. BBVA, por su parte, tiene el turno el día 30. Pero la tanda de presentación de resultados se prologará durante varias semanas más, hasta marzo.
Las primeras referencias aparecidas en Wall Street están en línea con lo esperado. Intel perdió un 77%, que estaba dentro de las previsiones. Pero lo alarmante para el mercado es que hizo unas previsiones para 2002 nada halagüeñas. Ayer, el sector tecnológico fue el que más sufrió en Europa, con una caída del 2,80%. A esto se sumó los resultados de JP Morgan, que por primera vez en cinco años arrojaron pérdidas trimestrales. Al cierre de mercado, presentaron sus cuentas Yahoo y Apple, entre otras.
Las Bolsas contaron además con más referencias del otro lado del Atlántico. Se temía que el IPC de Estados Unidos en diciembre no tuviera ninguna modificación. Así, los futuros del país caían al final de la mañana un 2%. Europa se desplomaba al mismo tiempo y las caídas en los índices alcanzaban o superaban el 2%.
Sin embargo, la confirmación más tarde de la caída del 0,2% del IPC y del 0,1% de la producción industrial (frente al 0,4% de noviembre) templó los ánimos. De hecho, el Nasdaq y el Dow Jones caían poco más de un 1% pocos minutos antes del cierre de los mercados del Viejo Continente.
Volumen alto
El Ibex terminó la tanda con un descenso del 1,82%. La volatilidad del día fue extrema. El índice se movió un 1,54% entre máximo y mínimo, y llegó a caer hasta un 2,08% en relación al cierre de la víspera. Todo ello, con un volumen de negocio que también estuvo bastante animado. Se negociaron 2.162 millones de euros (359.743 millones de pesetas).
Aunque la Bolsa argentina continuaba cerrada por octavo día consecutivo, las referencias del país andino no faltaron. El peso argentino se movía entre las 1,80 y 1,85 unidades. Los operadores comentaban ayer que “las cosas parecen que están empeorando”. El Gobierno de Eduardo Duhalde autorizó por la tarde (hora española) a que los depósitos en dólares puedan ser devueltos en pesos o esperar a que la situación se clarifique para retirarlos en la propia divisa estadounidense.
Las compañías de primera fila, las que más exposición tienen en la región, volvieron a mover los hilos de la Bolsa. Telefónica, SCH, BBVA, Endesa y Repsol restaron conjuntamente 146 puntos al índice frente a los 144,60 que cedió.
La jornada, sin embargo, fue positiva para 11 valores del Ibex. El índice de referencia de la Bolsa española continúa en los 7.800 puntos, pero pierde en el año un 7,07%; porcentaje que le convierte en la peor de Europa en el periodo.
La caídas del resto de los índices se quedaron en el 2,06%, en el caso del Cac, y del 1,54%, 1,34% y 0,74%, en lo que se refiere al Dax, Mib-30 y Footsie.