Arroceros y ecologistas bloquean la ampliación del puerto de Sevilla
Las obras de ampliación del puerto de Sevilla han encontrado una dura oposición en los productores de arroz de las márgenes del río y otras instituciones oficiales y ecologistas, que han presentado alegaciones contra el proyecto actual, debido a que incluye el dragado del Guadalquivir. El Ministerio de Medio Ambiente, o Bruselas, mucho más expeditiva en resoluciones medioambientales, pueden dar al traste con la obra si impone modificaciones en el proyecto que exijan aumentar los 138,2 millones de euros presupuestados.
La Autoridad Portuaria de Sevilla tiene enfren-te un rival múltiple que quiere impedir a toda costa su proyecto de dragar algunas zonas poco profundas del río Guadalquivir, una de las claves de la ampliación de sus instalaciones. El puerto pretende aumentar el calado y permitir así el paso de los barcos que acceden a la instalación con una carga superior a la que pueden portar hasta ahora.
Contra dicho proyecto, respaldado también por la Confederación Empresarial Sevillana (CES) y por la Cámara de Comercio de la ciudad, han presentado alegaciones la Federación de Arroceros de Sevilla, la organización agraria Asaja, los regantes de la cuenca del Guadalquivir, el Patronato de Doñana (órgano de gobierno del parque nacional compuesto por miembros de todas las Administraciones), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, asociaciones ecologistas, la Consejería an-daluza de Medio Ambiente y la Estación Biológica de Doñana.
Son tantos y presumiblemente tan bien armados que el ministro de Medio Ambiente, Jaime Matas, ha comunicado al presidente de la Confederación de Empresarial Sevillana, Fernando Guerrero, que la batalla la está ganando el equipo rival, según confesó ayer Guerrero para justificar la convocatoria de una rueda de prensa conjunta con el presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla, Manuel Fernández, y el de la Cámara de Comercio, Ramón Contreras.
Medio Ambiente quiere ver más consenso social an-tes de aprobar la declaración de impacto ambiental.
Las alegaciones contra el proyecto se basan en que el dragado de algunos puntos del río para colocarlo en una profundidad de 8 metros, frente a los 6,6 metros actuales en dichos puntos, provocará un aumento de la salinidad del agua, que pondrá en peligro 35.000 hectáreas de cultivo de arroz y otras 10.000 hectáreas de otros cultivos.
Aumento de la salinidad
El informe de impacto ambiental preparado por el puer-to, sin embargo, asegura que el aumento de salinidad será tan sólo de un 2,5% y sólo en determinadas zonas. Los arroceros contestan a esto que ese 2,5% se superpondrá al 124% que ya ha aumentado la salinidad del río en los últimos 20 años por los sucesivos dragados efectuados a instancias del puerto sevillano y que la ruina de sus cultivos está asegurada.
El veredicto del Ministerio de Medio Ambiente al informe de impacto ambiental del puerto puede estar listo en unos seis meses. Rara vez suelen ser de rechazo claro, pero sí suelen contener modificaciones que pueden llegar a incrementar considerablemente el presupuesto inicial hasta el punto de llegar a hacer inviable financieramente el proyecto, especialmente porque sería el Ministerio de Fomento el que debería pagar el aumento.
El puerto sevillano tiene presupuestados 138,2 millones de euros para una obra conjunta que recoge tanto el dragado como la construcción de una nueva esclusa y la ejecución de obras en los muelles.
El frente creado contra estas obras está maniobrando con agilidad. Han repetido sus alegaciones ante la Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea, por lo que peligran los fondos estructurales que el Ministerio de Fomento usa para financiar las obras. Aun así, los reclamantes ofrecen alternativas como la protección de los márgenes del río.