Luis Abril tiene el encargo de internacionalizar Admira
La destitución de la cúpula de Admira (Telefónica Media) estuvo precedida por reuniones de Alierta con el máximo ejecutivo de Bertelsmann, Thomas Middelhoff, y con la presidenta de Pearson, Marjorie Scardino. El número uno de Telefónica ha apostado con el nombramiento de Luis Abril por una solución internacional a los dos principales problemas de Media: las pérdidas endémicas y las aspiraciones del director de El Mundo de hacerse con el control de Admira.
Las aspiraciones fallidas del director del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez, para hacerse con el control del grupo de medios de comunicación de Telefónica, creado por Juan Villalonga a instancias de José María Aznar, han sido una constante en el lustro de vida de lo que hoy se conoce como Admira.
En el último año y medio, un segundo factor determinante ha condicionado el desarrollo de la filial. El nuevo presidente de Telefónica, César Alierta, incómodo ante una actividad en pérdidas crecientes y sometida a interferencias políticas, apuesta por una proyección internacional que blinde Admira de las injerencias y le pueda dar viabilidad económica.
Un tercer elemento ha sido la posición del destituido presidente Nieto, empeñado en una solución nacional y de gestión financiera que proporcionara coherencia y rentabilidad a Admira.
Estos tres condicionantes han convivido en los últimos tiempos en un equilibrio inestable. Alierta ha visto frenados sus deseos de internacionalización por los conflictos desatados entre los posibles aliados de Admira, Bertelsmann y Pearson, y por la actitud del Gobierno de Aznar.
Esfuerzos malogrados
Los esfuerzos de Nieto apenas han logrado dar forma al incoherente conglomerado de activos comprados por Villalonga, cuyas pérdidas no ha sido posible frenar. El director de El Mundo ha visto frustradas las promesas de encabezar un gran grupo de medios alineados con el PP y en las últimas fechas incluso ha sido expulsado de lo que consideró su feudo, Onda Cero.
Un nuevo jugador ha venido a desempeñar un papel clave en los últimos acontecimientos de Admira. Se trata de John de Mol, fundador de la productora de contenidos de éxito, Endemol, filial al 100% de Admira. El creativo holandés ha mantenido pésimas relaciones con Nieto y ha exigido a Alierta que dé una proyección internacional a Telefónica Media, más a la altura de la brillantez de Endemol que de las penurias de Vía Digital.
Tras el golpe de mano del viernes, Alierta cree haber eliminado lo que él considera dos lastres para Telefónica Media, Nieto y Ramírez. Ahora, ha pedido al nuevo ejecutivo de Admira, Luis Abril, que ahonde en la internacionalización de la filial.
Los últimos acontecimientos del panorama europeo de medios, con Bertelsmann como figura dominante, con Pearson en declive y con Vivendi centrado en Estados Unidos, dejaban como principal candidato para una alianza al grupo alemán. En este escenario hay que inscribir las reuniones que han mantenido Alierta y Middelhoff, con John de Mol como impulsor para un entendimiento. No obstante, el papel que Scardino puede jugar en la posición editorial de los medios que controla (el 100% de Recoletos y el 30% de El Mundo) mejoran las posibilidades de Pearson ante el futuro de Media.