La UE potenciará las relaciones con el Mediterráneo
La Comisión Europea y la Presidencia de turno de la UE buscarán en este semestre una "nueva política" económica con los países ribereños del sur del Mediterráneo. Aznar y Prodi mostraron ayer su disposición a avanzar en la creación de un banco multilateral europeo para la región e incrementar los intercambios comerciales y las inversiones en la zona.
Los efectos del 11-S no sólo se circunscriben a la política de defensa de la Unión Europea, también afectarán a la política comercial y financiera con terceros países. Así lo pusieron en evidencia ayer en Madrid el jefe del Ejecutivo comunitario, el italiano Romano Prodi, y el presidente del Gobierno, José María Aznar, tras la primera reunión que tuvieron para preparar la Presidencia española de la UE durante el primer semestre de este año.
Ambos dirigentes se mostraron de acuerdo en potenciar el eje mediterráneo y en desarrollar una "nueva política" con los países de la ribera sur. "No es un problema ni español ni italiano. Hay que saber que por el Mediterráneo pasa la paz futura", dijo Prodi, consciente de que el Magreb engloba a más de 100 millones de habitantes, de religión mayoritariamente musulmana, distribuidos entre Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos.
De hecho, la Presidencia española tiene previsto una cumbre euromediterránea en Valencia, el 22 y 23 de abril. "Vamos a aprovechar estas fechas para potenciar el diálogo económico con los países de la zona. Le tenemos que dar la dimensión y el rango que merece, más allá de lo adoptado hace 10 años en la Conferencia de Barcelona", recordó Aznar.
La propuesta española de acelerar la creación de un banco europeo multilateral específico para el desarrollo del área recibió ayer el respaldo político de Prodi, que se comprometió a estudiar el proyecto junto con el Banco Europeo de Inversión (BEI).
"El Banco para el Mediterráneo sería una filial estupenda del BEI, aunque lo importante no es la fórmula final que se elija, sino que haya una cooperación y que se tomen decisiones comunes; vamos a necesitar un proyecto con características específicas para el Magreb y que incluya los problemas de la inmigración y el subdesarrollo", dijo Prodi.
Reformas económicas
No obstante, Aznar recordó que Valencia no debe convertirse en una conferencia sobre Oriente Próximo, "conflicto para el que ya hay cauces específicos", sino, más bien, debe atender a una región que necesitará crear 40 millones de empleos en los próximos 10 años sólo para mantener su actual nivel de riqueza, debido a su "explosiva" tasa demográfica.
De esta forma, Aznar revisaba los planteamientos iniciales de la Presidencia española en materia de política exterior que tenían en Latinoamérica y la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno prevista para mayo en Madrid, su principal prioridad. No en vano, la crisis argentina pone bajo revisión todos los planteamientos económicos del Mercosur (unión aduanera formada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y, con ello, las relaciones comerciales de ambos bloques. "No estamos en las mejores circunstancias para hacer posible un acuerdo de libre comercio" entre ambos, reconoció Aznar.
El jefe del Ejecutivo español resaltó que las reformas económicas en el seno de la UE y la cooperación internacional contra el terrorismo serán las prioridades del mandato español. El objetivo en materia económica es dar un nuevo impulso para acercar la zona euro, y a la UE, en general, a los niveles de competitividad del gigante estadounidense, ahora en recesión. Estas reformas deben extenderse a los mercados energéticos -gas, electricidad y carbón-, de telecomunicaciones y de transportes con el fin de allanar el futuro camino del euro. "La introducción de la nueva moneda, que es sin duda la noticia política más importante desde la fundación de la UE, ha sido un rotundo éxito y, ahora, debemos trabajar para garantizar la plena integración de los mercados ", dijo Aznar.
En relación a la ampliación al Este de Europa, Aznar recalcó la importancia de mantener el calendario previsto -31 de diciembre de 2002 para los países candidatos más preparados- y que los nuevos socios respeten el acervo comunitario acumulado en más de 40 años de integración. La Presidencia española tiene previsto negociar antes de julio con los candidatos una posición común en tres aspectos fundamentales -política regional, disposiciones financieras y presupuestarias y agricultura- de la Unión Europea, así como la participación de estos países en el próximo Consejo Europeo de Barcelona.
Comité de Regiones
Prodi aprovechó ayer para respaldar la posición española, en referencia a la pretensión de algunas regiones -como el País Vasco- de tener representación en los Consejos de Ministros de la UE. Prodi coincidió con Aznar en que las relaciones de la UE deben mantenerse con los Estados miembros, dejando que cada uno de ellos lleve a cabo su propia organización interna, sin interferencias desde Bruselas. Prodi recordó el principio de subsidariedad, por el que la política interior de los socios comunitarios se deja a la tradición histórica de cada Estado, mientras que la voz en Europa corresponde a la Administración central. "La UE es una unión entre Estados, en la que los ámbitos regionales tienen cauces de participación en los Comités Regionales", puntualizó Aznar.
Aznar y Prodi defienden la "orientación europeísta" de Berlusconi
José María Aznar y Romano Prodi evitaron ayer entrar a valorar la polémica surgida tras los cambios de Gobierno introducidos por el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, y se limitaron a defender la "orientación europeísta" del líder italiano.
En contraste con otros países de la Unión, como Francia, que ha exigido a Berlusconi una ratificación de su compromiso europeo, Aznar apeló a la historia de Italia y a su condición de miembro fundador de la Comunidad Europea como aval de la dirección política del Gobierno de Berlusconi.
"No comparto las opiniones que se ven en los últimos días sobre Italia, algunas hechas con demasiada alegría", apuntó Aznar. "No dudo de que Berlusconi tenga una orientación europeísta como corresponde a la historia de Italia", matizó el presidente. Estas declaraciones contrastan con la petición inicial del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, que había solicitado previamente al Ejecutivo italiano una confirmación de su voluntad europeísta.
Por su parte, Romano Prodi tampoco quiso valorar lo que, a su juicio, son cuestiones internas de un Estado miembro. Destacó el "excelente" trabajo desarrollado por Ruggiero -el ex ministro italiano de Asuntos Exteriores- y confió en poder hacer lo mismo con su sucesor.
De momento, Berlusconi ha asumido las competencias de Exteriores en este primer semestre, tras la reciente dimisión de Renato Ruggiero, presentada por sus divergencias sobre la integración europea con el resto del Gobierno de Berlusconi. Piqué, que tenía previsto entrevistarse hoy con el líder italiano, lo hará finalmente el viernes para exponerle los objetivos de la presidencia española.
Mientras tanto, en los medios de comunicación italianos se baraja la posibilidad de que el jefe de la ultraderechista Alianza Nacional y viceprimer ministro, Gianfranco Fini, sustituya a Ruggiero.