Alemania lidera la acogida entusiasta de toda la UEM
A pesar de las reticencias que existían sobre el grado de aceptación que tendría el euro entre los ciudadanos de los 12 países de la Unión Monetaria en el transcurso de los primeros días de su entrada en circulación, la avalancha de consumidores a las oficinas bancarias disipó los temores y certificó el éxito de la operación.
Alemania, principal motor de la economía europea, era uno de los países donde la aceptación de la divisa preocupaba más a las autoridades, dado el apego de sus ciudadanos al marco y, sobre todo, porque oficialmente el periodo oficial de convivencia de ambas monedas era de un solo día, el pasado 31 de diciembre. En la práctica, los alemanes también podrán pagar sus operaciones en marcos hasta el 28 de febrero. Tal y como ha ocurrido en Alemania, la adaptación en todos los países se ha producido sin problemas graves, al margen de las largas esperas que han tenido que sufrir los ciudadanos al adquirir los nuevos billetes y monedas. En Francia el proceso estuvo amenazado por una huelga de la banca que fue finalmente suspendida, mientras Italia fue uno de los países donde la escasez de efectivo en los comercios fue más acuciante.