Los avances de Wall Street invitan al inversor a aparcar el miedo
La devaluación de Argentina estaba ya en todas las quinielas. Y la aparente sensatez del nuevo presidente Duhalde (sobre todo, en contraste con el populismo de Rodríguez Saá) es algo que el mercado agradece.
Carpe diem, aprovecha el momento. Con este espíritu han iniciado el ejercicio bursátil los inversores. La Bolsa española se ha sacudido algunos miedos para apuntarse al carro de las subidas. En las tres sesiones que han transcurrido del año el Ibex sólo ha ganado el 0,78%. Pero es significativo que, cuando Wall Street ha tomado la senda alcista, la Bolsa española la ha seguido a pie juntillas. Es lo que ocurrió el miércoles (el Ibex pasó de caer el 1,75% a dejarse el 0,24%) y el jueves, cuando empezó ganado el 0,7% y terminó el 2,12% al alza.
La devaluación de Argentina estaba ya en todas las quinielas. Y la aparente sensatez del nuevo presidente Duhalde (sobre todo, en contraste con el populismo de Rodríguez Saá) es algo que el mercado agradece. Pero no conviene llamarse a engaño. La situación está cogida con pinzas y hay factores de riesgo que pueden eliminar de un plumazo las ganancias obtenidas estos días.
La pregunta del millón es si la crisis argentina está ya descontada y en los precios de las acciones españolas. Es cierto que el Ibex ha pasado más de un año pendiente, un día sí y otro también, del famoso riesgo-país argentino. Pero no es menos cierto que en 2001 la española fue la mejor Bolsa de Europa. Los bancos, por ejemplo, se comportaron el año pasado en línea con el sector.
La Bolsa cotiza ahora un escenario central en el que el Gobierno argentino devalúa y pone en marcha un plan económico que trate de reactivar la economía, despojada del corsé monetario. El peso se desdolariza y las empresas españolas obtienen menos dinero. Los bancos lo pasan mal, pero a medio plazo la economía se reactiva.
æpermil;se es el escenario central que muchos ya manejaban con Cavallo todavía ponía parches. Faltaba por saber cuándo iba a suceder lo inevitable. Con la devaluación hay una incertidumbre menos.
Pero cualquier desviación o sorpresa negativa (estallido social o político que amenace los planes de Gobierno, falta de apoyo exterior, por ejemplo) tendría efectos negativos en el mercado de valores. Mientras eso no ocurra, el mercado seguirá entre lo que haga Wall Street y nervios coyunturales como los de ayer.
Las dudas se concentran en la banca
Tradicionalmente se ha metido en el mismo saco a Telefónica y los bancos a la hora de hablar de valores expuestos a la crisis argentina. Sin embargo, el final de la paridad entre el peso y el dólar, que era ya esperado, ha afectado más al Santander y BBVA que a Telefónica.
La teleco ha aprovechado al máximo el buen momento del Nasdaq y del sector telecomunicaciones europeo, apuntándose incluso una subida del 4,79% en la sesión del miércoles. Los bancos, por contra, han segulido durante semana el comportamiento del mercado, pese a subidas en el último segundo como la de ayer.
Los analistas explican que un descenso de los ingresos o del beneficio generado en América Latina es fácilmente asumible por el mercado. De hecho, en las hojas de cálculo de muchos analistas el negocio argentino, simplemente, no aparecía.
En el caso de la banca no se trata de que los beneficios vayan a ser menores. Ocurre que las matrices españolas tendrán que inyectar dinero en las filiales argentinas, o bien dotar provisiones para insolvencias que afectarán directamente a las cuentas de resultados. Un ejemplo ya lo dio el Santander al dotar 1.000 millones de euros en septiembre, dotación que otorga a la entidad una cierta ventaja sobre BBVA, pero que, aun así, deberá crecer.