Euskadi pagará 240,4 millones de euros menos de Cupo al Estado
El Ejecutivo vasco desveló ayer las cartas con las que va a jugar este año en la que partida que mantiene con la Administración central por la prórroga del Concierto Económico. El lehendakari Ibarretxe anunció que Euskadi, hasta que no se produzca la renovación del acuerdo que regula las relaciones fiscales y tributarias entre ambas Administraciones, pagará este año en concepto de Cupo 240,4 millones de euros menos de lo previsto en los Presupuestos Generales, que fijaban en una partida de 1.147,3 millones de euros la cantidad a pagar por Euskadi por las competencias no asumidas.
El amago de pagar menos impuestos al Estado por parte de Euskadi lleva camino de convertirse en realidad. æpermil;sa es, al menos, la pretensión del Ejecutivo presidido por Juan José Ibarretxe en una declaración de ocho puntos hecha pública ayer en Vitoria y que responde a la iniciativa del Gabinete Aznar de prorrogar "unilateralmente" la vigencia del actual Concierto Económico como consecuencia de no llegar a un acuerdo con las instituciones vascas para su renovación.
Esta decisión del lehendakari Ibarretxe, que ha desatado la caja de los truenos en la Diputación de Álava, una institución gobernada por el Partido Popular, va acompañada de otras en las que destaca la posibilidad de no acudir al Consejo de Política Fiscal y Financiera al considerar que se ha producido una situación "de no pacto e imposición". El Gobierno vasco estima que, en esas circunstancias, este foro no es el adecuado para la representación de sus intereses.
Juan José Ibarretxe argumentó que Euskadi pagará al Estado 907 millones de euros, "ni un euro más", y que no abonará los 1.147,3 millones de euros solicitados "sin soporte alguno" y que están reflejados en los Presupuestos Generales para 2002. Estos ingresos para el Estado recogerían 1.045,7 millones de euros, cantidad similar a la de 2001, más una serie de ajustes financieros a favor del Estado.
El Gobierno vasco discrepa ahora de esta metodología y reivindica una reducción respecto a la del año pasado, ya que habrían aumentado las partidas a descontar o restar" del Cupo a satisfacer al Estado. El Cupo, que establece en el 6,24% el peso de la economía vasca sobre el conjunto de la española, sirve para financiar las competencias no asumidas por Euskadi y aquellas que son competencia exclusiva del Estado como el ejército, Aduanas, o la Casa Real, entre otras.
En la declaración institucional del Ejecutivo de Vitoria se asegura, además, que el País Vasco no se siente representado por el Gobierno central en el Consejo de Ministros europeo en lo que respecta a la defensa del Concierto, ya que la posición del Estado, tanto en la prórroga unilateral como en las negociaciones, "no es la adecuada". A la vez le recuerda que en Euskadi "hay una única Hacienda" y que las relaciones tributarias y financieras entre el País Vasco y el Estado que se pactan a través del Concierto Económico "responden a una relación bilateral entre los poderes del Estado y el País Vasco".
Pacto con las diputaciones
Este último mensaje responde al anuncio de Cristóbal Montoro de negociar con las propias diputaciones a espaldas del Ejecutivo vasco. Montoro ha asegurado, incluso, que ha encargado un informe jurídico que daría cobertura a esta tesis.
Las reacciones a la declaración institucional de Ibarretxe no se hicieron esperar. Mientras que PNV, EA e IU, los partidos que dan soporte al Ejecutivo vasco, cerraban filas y apoyaban sin reservas a Ibarretxe, el diputado general de Álava, Ramón Rabanera, del PP, calificaba la manifestación de "exabrupto", al decir Ibarretxe que no se siente representado por el Gobierno español en las cuestiones europeas. Rabanera abogó por evitar actitudes que dificulten la negociación del Concierto Económico y solicitó "responsabilidad política" para llegar cuanto antes a un acuerdo.
Confebask, por su parte, terció ayer de nuevo en el conflicto entre las Administraciones central y vasca y les pidió de nuevo "flexibilidad y responsabilidad" para alcanzar un acuerdo en torno a la renovación del Concierto.
La patronal vasca mostró su preocupación por el "continuo clima de enfrentamiento existente entre ambas partes" a la vez que considera que es necesario un pacto "que afecta a un instrumento clave y que no puede estar permanentemente sometido a la incertidumbre, la discusión y el conflicto".