Las concesionarias de autopistas rechazan la prórroga de los plazos
Ante la inminente entrada en vigor del nuevo tipo del IVA que se aplica a los peajes de las autopistas desde ayer, que pasa a ser del 7% al 16%, el Gobierno trata de convencer a las concesionarias de autopistas para que absorban esa subida a cambio de prolongar los plazos de las concesiones.
Sin embargo, las empresas aducen que dada la heterogeneidad del sector no es posible una prórroga lineal.
La aplicación del tipo reducido del impuesto sobre el valor añadido (IVA) a los peajes fue un intento del Gobierno por abaratar el coste de dichos precios, pero una sentencia del Tribunal de Luxemburgo de principios de 2001 obliga a España a restablecer el 16% desde ayer, 1 de enero de 2002.
No obstante, el Gobierno, a través de los Ministerios de Hacienda y Fomento, está intentando que esta subida de los precios, a la que se ha unido el 3,81% previsto por el nuevo sistema de revalorización automática de tarifas, sea absorbida por las compañías, a cambio de prolongar los plazos de las concesiones.
Sin embargo, las empresas han puesto sobre la mesa de negociación el contencioso pendiente con la Administración por la congelación de tarifas decretada en 1999 mediante real decreto y esgrimen como argumento para negarse a la prolongación lineal de las concesiones el hecho de que muchos tramos ya están al límite del plazo permitido actualmente por ley, que es de 75 años.
Y es que teniendo en cuenta que la gran mayoría de las autopistas data de principios de los setenta, un rápido análisis de los plazos muestra como prácticamente todas rebasan los 50 años.
Además, fuentes del sector explican que el nivel de endeudamiento no es el mismo en cada una de las concesionarias y en los casos de las autopistas que se encuentran en construcción, "aplicar ahora una prórroga no tiene mucho sentido, ya que se desconocen los niveles de tráfico efectivo que tendrán dichas concesiones".
Por todos estos motivos, el sector preferiría un sistema de compensaciones directas por no repercutir en el usuario la subida del IVA, aunque en todo momento ha mostrado su disposición a estudiar medidas alternativas, conscientes de que la moderación de los precios de los peajes contribuye a un aumento de los tráficos en estas vías. Durante el ejercicio de 2000 culminó un proceso emprendido por el Gobierno del PP en 1997 cuyo objetivo era el abaratamiento de los peajes hasta situarlos en un coste medio por kilómetro de 9/10 pesetas, equiparable a las tarifas europeas.
El Ejecutivo pretendía lograr con dichos precios un efecto anti-inflacionista de un servicio cada vez más utilizado por los españoles. Así, desde 1997 el Ejecutivo ha ido aplicando rebajas selectivas a las principales autopistas de todo el territorio, con el fin de reducir sus tarifas, de modo ponderado, un 7%, lo que supone un ahorro estimado para los viajeros de más de 800.000 millones de pesetas, explican fuentes del sector.
Las complicadas fórmulas polinómicas de revisión de tarifas que se aplicaban al principio de la andadura de las autopistas de peaje han ido siendo sustituidas por mecanismos más sencillos y ajustados a la realidad de los tráficos. De hecho, para 2002 el incremento previsto del 3,81% se ha establecido en función de la evolución registrada por el IPC en octubre pasado sobre el mismo mes de 2000 más la aplicación de un deflactor en función del tráfico previsto y las densidades reales.
Dado que la voluntad de ambas partes es llegar a un acuerdo, a pesar de no haber sido posible para el inicio del año, fuentes del Gobierno y de las concesionarias confirman que si se logra un consenso, se procederá a rebajar los precios para los viajeros.