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Álvarez pide un periodo de reflexión previo al inicio de las fusiones

"Los nuevos órganos de gobierno deben tomarse un tiempo para saber cuál es la situación de las cajas y para diseñar su futuro". Es la opinión de Magdalena Álvarez, consejera de Economía y Hacienda de la Junta, sobre la posibilidad de fusiones inmediatas como la que se anuncia de las cajas de Sevilla. Aclara que una vez transcurrido este "periodo de reflexión", los nuevos órganos deben tomar las decisiones que consideren más oportunas.

AMagdalena Álvarez no suele temblarle el pulso. Si cree que cumple con su obligación, emprenderá batallas titánicas como la que libró contra las cajas de Sevilla cuando éstas quisieron fusionarse sin antes renovar sus órganos de gobierno. Pese a que su papel fue cuestionado -dicen que incluso dentro de sus propias filas-, la consejera de Manuel Chaves ha salido airosa del lance.

"æpermil;sta ha sido una batalla no entre las cajas de Sevilla y la Junta, sino entre la Junta y determinadas personas que no querían que se cumpliese la ley". Así define la consejera de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez, en una entrevista con este periódico, la pugna política que ha sumido a El Monte y San Fernando en meses y meses de crisis tras el enfrentamiento de la Junta y el PSOE con los presidentes de ambas cajas, en su día nombrados por los socialistas.

Cerrada la etapa de inestabilidad, con el poder de ambas entidades otra vez en manos del PSOE y una vez desalojados de sus puestos Isidoro Beneroso y Juan Manuel López Benjumea, la consejera insiste en su mensaje de que ha triunfado la legalidad que ella abanderó.

Álvarez acusa a los anteriores presidentes y al PP de "incitar a la insumisión" a la Ley andaluza de Cajas con objeto de tumbar al Gobierno de Manuel Chaves, "sin importarles el daño que se le pudiera causar al sistema financiero andaluz".

"Intentaron que se incumplieran todos y cada uno de los pasos legales para poder decir a continuación que el Gobierno andaluz había sido incapaz de hacer cumplir la ley". Esta actitud le parece a la consejera "inadmisible" en una democracia. "El único interés que tenía la Junta era que se renovaran los órganos de gobierno, como dictaba la ley, y que fueran estos nuevos órganos los que tomaran las decisiones que les parecieran más oportunas", añade la consejera, tras rechazar que la pugna de las cajas sevillanas se haya limitado a una lucha por el poder.

Con respecto al papel que ha desempeñado su departamento, Magdalena Álvarez no admite que su posición pueda tildarse de dura. "Hemos mantenido una posición firme y con las ideas muy claras: estamos en la consejería para defender la aplicación de la ley", señala.

A su juicio, a lo largo de la crisis se ha producido una "campaña de intoxicación" en la que, por ejemplo, se ha tratado de trasladar que existían en el Gobierno andaluz distintas posturas. "En contra de lo que se ha dicho", asegura, "el presidente de la Junta siempre ha defendido el cumplimiento de la ley".

A la hora de analizar cuál ha sido el coste de la crisis, no cree que se haya visto afectado el conjunto de las cajas regionales. "A El Monte y San Fernando sí les ha afectado, pero era mucho peor la situación en que estaban". A su entender, estas entidades "eran dirigidas por personas cuyos intereses no eran los del conjunto de los ciudadanos". "Mientras más tiempo estuvieran al frente de esa gestión, más deterioro sufrirían las cajas. Por ejemplo, esa especialización en operaciones inmobiliarias especulativas, ese entramado de sociedades participadas que escapaba de cualquier control no tenían sentido".

Álvarez no considera que el tiempo que se ha perdido en el proceso de concentración de las seis cajas andaluzas sea recuperable, aunque cree plenamente vigente el objetivo de caja única. Con respecto a las fusiones, se muestra prudente. Opina que todas las cajas deben tener ahora un periodo de reflexión. "No es el momento de hablar del futuro de las cajas. Hay que dar tiempo para que los nuevos equipos de gobierno y los nuevos equipos directivos, si es que los hay, se formen y empiecen a tomar sus propias decisiones. Yo estoy dispuesta a ayudar en todo lo que pueda".

Posible auditoría

Preguntada sobre los plazos que se están barajando para la fusión de las dos cajas de Sevilla, Magdalena Álvarez contesta así: "Yo en eso no voy a entrar, porque son cuestiones autónomas de cada caja que no podían ser tomadas por los órganos provisionales". También critica que estos órganos provisionales, en el caso de San Fernando, hayan dado créditos por más de 20.000 millones (120,2 millones de euros).

"Los órganos que llegan tienen cuatro años por delante y tendrán que tomar las decisiones que les parezcan oportunas. Cuando las to-men, ya veremos cuál será la opinión de la Junta". Sobre la posibilidad de una auditoría para conocer cuál es la situación de las cajas, prefiere dejar la decisión en manos de los nuevos presidentes. "Las cajas deben tener su tiempo para enterarse de cuál es su situación y para diseñar su futuro. Y en ese camino les ofrecemos nuestros conocimientos".

 

"Cajasur es una caja de los ciudadanos, no de la Iglesia"

"Cajasur es una caja de ahorros como otra cualquiera", replica Magdalena Álvarez al ser preguntada por la posibilidad de que la entidad cordobesa controlada por la Iglesia pueda terminar integrándose en el proyecto de caja única que planea la Junta de Andalucía.

Cajasur estimó que la Ley andaluza de Cajas atacaba los especiales derechos que la ley nacional Lorca le reconocía a la Iglesia en la entidad.

Y después de una durísima campaña contra la norma andaluza, el presidente Miguel Castillejo logró convencer al Gobierno central para que recurriese la ley autonómica ante el Tribunal Constitucional. El TC decidió dejar en suspenso los artículos que se referían a Cajasur mientras resolvía la cuestión.

Recuerda que la única especificidad de Cajasur es que la Iglesia "tiene alguna" representación en la asamblea y en el consejo de administración. "Ni la Iglesia está fuera del mundo ni Cajasur es un ente abstracto que no tenga sus derechos y obligaciones, igual que todas las cajas andaluzas".

A este respecto, advierte Magdalena Álvarez que esta entidad tiene que dar las mismas explicaciones a los ciudadanos que el resto de las entidades, "porque es una caja de los ciudadanos y no de la Iglesia. No estamos hablando de algo que es propiedad de la Iglesia. En absoluto".

En otro orden de cosas, la titular andaluza de Economía le reprocha al Gobierno central su actitud con respecto al sistema de financiación autonómica y su escasa sensibilidad con Andalucía. En relación a la decisión de subir el impuesto de las gasolinas, Álvarez opina que "el Gobierno ha tomado una decisión y ha tratado de echarle la culpa a otro", en alusión a las comunidades. Y en el segundo capítulo, sostiene que el PP tiene un especial empeño en que Andalucía no prospere. "Por eso toma medidas que frenan el desarrollo de Andalucía".

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