Torres y convoyes de monedas
En un periodo de entre cuatro y ocho semanas, más de 300 millones de personas deberán acostumbrarse a calcular sus compras y sus ventas en la nueva divisa.
A partir de mañana, Europa se moverá al ritmo de una montaña de billetes y monedas equivalentes a 642.000 millones de euros.
Una masa de 50.000 millones de monedas, equivalentes a 239.000 toneladas o el peso de 24 torres Eiffel, circulará en los 12 países de la eurozona, junto a 14.545 millones de billetes. En un periodo de entre cuatro y ocho semanas, más de 300 millones de personas deberán acostumbrarse a calcular sus compras y sus ventas en la nueva divisa. Una tarea que a muchos se les ase-meja difícil, pero que la práctica de las transacciones acabará tornando usual.
Pero los consumidores -ocupados en adaptarse al eu-ro para saber qué es barato y qué es caro- no recordarán la gigantesca operación logística que ha llevado esas monedas y billetes a sus manos.
Para medir la dimensión de lo realizado por los Gobiernos, bajo la dirección del Banco Central Europeo (BCE), basta con pensar que, si se hubiese distribuido en un solo día ese volumen de billetes y monedas, hubiesen hecho falta 478.000 furgones de transporte de fondos.
En el caso de España, des-de el pasado 1 de septiembre, un pequeño ejército de 3.900 escoltas y 6.500 vehículos ha recorrido dos millones de kilómetros solamente para entregar las monedas de euro. A ese despliegue debe añadirse un número indeterminado, aunque menor, de furgones de empresa privadas que se han encargado del reparto de los billetes.
Su cometido se ha cumplido con pocos inconvenientes. Si se exceptúan algunos intentos de robo -como los que se produjeron a un vehículo blindado en Burgos, en junio pasado, o, este mes en Madrid, a unos funcionarios de Hacienda que llevaban sacos con monedas de euro-, la operación Transeuro, diseñada y realizada por la Guardia Civil, se ha desarrollado en los plazos y objetivos previstos. Desde mañana, todo esto será pasado y lo que parecía una moneda irreal y lejana estará aquí para quedarse.