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CRISIS ARGENTINA

El justicialismo prepara medidas para una devaluación inferior al 30%

El Partido Justicialista debate con la Unión Cívica Radical del ex presidente De la Rúa y los sectores empresariales un plan económico de urgencia para reactivar la economía. El plan admite la devaluación del peso, pero busca fórmulas para evitar que ésta supere el 30%.

Las directrices del plan que discuten los legisladores de los dos principales partidos se basan en una propuesta de la patronal argentina, la Unión Industrial Argentina (UIA), y otros sectores empresariales.

Tras 10 años de paridad entre el peso y el dólar, el mismo partido que impuso el actual régimen cambiario parece ahora decidido a abandonarlo. La situación es dramática: la economía se contrajo un 5% en el tercer trimestre, según informó ayer el Ministerio de Economía.

El objetivo es que la devaluación no supere el 30%, pero se duda entre mantener el tipo de cambio bajo control del banco central (en base a las divisas que ingresen por exportaciones) o dejar que el valor del dólar sea fijado por el mercado. En las operaciones a 30 días, la cotización del dólar refleja una depreciación del peso entre el 40% y el 50%.

La propuesta de los empresarios argentinos consiste en que todos los créditos y depósitos bancarios en dólares pasen a nominarse en pesos, que se haga una devaluación en un nivel a determinar y se restablezcan luego las colocaciones bancarias en dólares con el nuevo tipo de cambio. Los expertos consideran que esta puede ser una salida equitativa para quienes tienen deuda o colocaciones en dólares, pero no soluciona la situación de los préstamos tomados del exterior en divisa estadounidense.

Los ex ministros de Economía neoliberales Ricardo López Murphy y Roque Fernández rechazaron la propuesta porque generaría un grave "desorden monetario", que impedirá, a su juicio, toda posibilidad de crecimiento. No obstante, López Murphy reconoció que la dolarización, que él defiende, ya no es posible porque el banco central no cuenta con suficientes reservas para respaldar los pesos en circulación.

El ex economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ricardo Hausmann, se mostró partidario de pesificar el sistema financiero y devaluar para salvar a Argentina de tres años de recesión. Hausmann repartió asimismo críticas hacia el Gobierno de EE UU, el FMI y el Grupo de los Siete por su actuación ante la crisis.

 

Italia y Francia se suman a España en la demanda al FMI para que dé ayudas

Francia e Italia se sumaron ayer a las declaraciones del ministro español de Economía, realizadas el jueves, en las que pedía al Fondo Monetario Internacional (FMI) que retome las conversaciones con Argentina, suspendidas desde hace semanas, y acuda en su ayuda.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, señaló que aún no había contactado con los líderes de los otros países del G-7 (las siete mayores economías del mundo), pero que había pedido a su ministro de Exteriores que iniciara los contactos con sus homólogos. "Estamos en contacto con las instituciones monetarias y nuestros colegas europeos para ver cómo podemos prestar nuestro apoyo a las soluciones que permitan a Argentina reaccionar". Berlusconi se mostró afectado por la crisis y dijo que las instituciones internacionales "no habían considerado nunca de una forma concreta proveer a Argentina de una fuerte ayuda externa".

Por su parte, el ministro francés de Exteriores, Hubert Vedrine, subrayó la responsabilidad internacional en la crisis argentina. "Ha habido una cadena de errores económicos y políticos, no sólo por los argentinos, sino también por los errores de las instituciones financieras internacionales o por las peticiones, que han sido excesivas o en un momento equivocado", criticó Vedrine. Un portavoz del Ministerio francés de Exteriores añadió que ahora se debe "definir un escenario para salir de la crisis, lo que implica un diálogo renovado, seguro y constructivo entre las autoridades argentinas y las instituciones financieras internacionales".

El ministro francés de Finanzas, Laurent Fabius, advirtió el mes pasado que el FMI debía asegurarse de que los programas de austeridad y el recorte del gasto público no causarían un descontento excesivo entre la población argentina. El Fondo obligó al país suramericano a mantener una política de déficit cero para acceder a los préstamos. El 5 de diciembre el Fondo dijo que el objetivo fiscal no se había cumplido, por lo que congelaba la entrega de los 1.260 millones de dólares ya acordados.

La posición de Francia, Italia y España contrastó con la de Estados Unidos y Reino Unido. Ambos países mostraron su pesar, pero ninguno ofreció su ayuda o apuntó soluciones contra la crisis.

 

La Bolsa de Buenos Aires cierra ante la caótica situación institucional

El banco central prohíbe las operaciones con divisas

Las autoridades del Mercado de Valores (Merval) de Argentina decidieron ayer cerrar la Bolsa de Comercio ante la grave crisis institucional. Las autoridades aprobaron el cierre después de evaluar el alcance del llamado feriado cambiario, la restricción impuesta por el banco central por la que los bancos no pudieron realizar ayer ningún tipo de operaciones en divisas.

Sin embargo, los bonos argentinos siguieron cotizando ayer en Wall Street. El índice riesgo-país, que mide la prima que Argentina debe pagar en la remuneración de sus bonos por encima de lo que paga el Tesoro de EE UU por sus propios papeles, llegó a bordear los 5.000 puntos básicos, aunque después se moderó hasta el entorno de los 4.700 puntos, unas 245 unidades más que el jueves. El riesgo-país estaba a principios de año en 770 puntos. La vertiginosa subida del riesgo-país es una prueba de que los compradores desconfían totalmente de la capacidad de Argentina para afrontar sus pagos.

Las agencias de rating Moody's y Fitch coinciden con esta visión negativa la situación. Las empresas decidieron ayer rebajar la calificación de la deuda argentina. Moody's señaló que esta rebaja refleja "el rápido deterioro de las condiciones económicas, financieras y sociales" mientras Ficth apunta que la suspensión de pagos es inminente.

La Bolsa registró el jueves un alza histórica del 17,48%. Los inversores optaron por la Bolsa como refugio, ante la prevista devaluación de la moneda. El estallido popular que precipitó la caída del Gobierno De la Rúa ha sumido al sector financiero y bursátil en la incertidumbre. El Congreso aprobó el jueves el fin de la restricción para la retirada de depósitos, pero debe ser el Gobierno el que ratifique la decisión. El sector económico está pendiente, pues, de la creación del nuevo Ejecutivo.

Por otra parte, el banco central decretó ayer el cierre bancario y cambiario. Las entidades financieras no pudieron así realizar ningún tipo de operaciones con divisas, como la compraventa de dólares, por ejemplo. Los bancos tampoco pudieron hacer renovaciones de plazos fijos, ni transferencias intercambiarias o depósitos. Las sucursales sí pudieron en cambio pagar las pensiones de los jubilados y cobrar las facturas de servicios públicos e impuestos. Las oficinas bancarias también estaban operativas para el pago de salarios y para la retirada restringida de efectivo de los depósitos.

 

Uruguay actuará para frenar la depreciación del peso

Las Bolsas latinoamericanas mantienen la calma

El presidente uruguayo, Jorge Battle, expresó ayer su "profunda preocupación" por la crítica situación de Argentina, que amenaza con contagiarse al resto de países de la región. El ministro de Economía, Alberto Bensión, frenó ayer las especulaciones sobre una inminente devaluación del peso uruguayo.

"En el pasado inmediato, Uruguay tomó algunas veces medidas respecto de las decisiones argentinas, y esta vez no será diferente", afirmó Bensión, aunque rechazó hacer previsiones de futuro en base a "meras especulaciones" sobre lo que puede pasar en Argentina. El peso uruguayo perdió ayer un 2,8%.

El temor de las autoridades es que una eventual devaluación del peso argentino, o la inminente suspensión de pagos, arrastre al resto de las economías de la región y provoque una caída libre del peso uruguayo. El estallido de Argentina coincide además con una delicada situación en su socio del Mercosur. El Banco Central de Uruguay anunció ayer que el PIB interanual se contrajo en el tercer trimestre del año un 3,86%.

De momento, la situación argentina no parece haber afectado excesivamente al resto de países de la zona. Brasil, a pesar de sus fuertes vínculos con Argentina, se ha salvado gracias a las optimistas previsiones de crecimiento económico. Las Bolsas de Brasil, Chile, México, Perú y Venezuela operaron ligeramente al alza, ya que los inversores han desligado de momento la situación argentina de la del resto de países.

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