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El Senado propone una reforma legal para favorecer la empresa familiar

Elaborar protocolos legales en los que se planifique la sucesión, adoptar formas societarias que potencien el crecimiento e impulsar una reforma de la legislación mercantil y fiscal que facilite su actividad. Estas son las principales conclusiones de la ponencia de estudio de la empresa familiar que se ha constituido en el Senado. El objetivo de las propuestas es favorecer la internacionalización de estas empresas y permitirles superar el traspaso generacional.

El Senado lleva meses recopilando los problemas que padecen las empresas familiares e intentando formular propuestas dirigidas a mejorar su régimen legal. La ponencia de Estudio para la problemática de la empresa familiar, que ha sido la encargada de llevar a cabo esa labor, ha elaborado una serie de conclusiones que perfilan las líneas de la futura reforma de este sector empresarial. El texto considera necesario acometer una reforma fiscal, mercantil y laboral para adecuar la legislación actual a las necesidades de este tipo de empresa y potenciar su desarrollo.

Entre las recomendaciones dirigidas por la ponencia a las empresas familiares destaca la adopción de los denominados protocolos familiares, documentos en los que se planifica la sucesión de la empresa y se regulan aspectos como el acceso de los miembros de la familia a la empresa, la definición de los puestos directivos y la delimitación de las políticas de dividendos de activos, entre otras materias.

Otra de las recomendaciones, estrechamente relacionada con la anterior, apuesta por la apertura del Registro Mercantil a aquellos aspectos del protocolo que afecten a las relaciones de estas sociedades con terceros para dotarlos así de mayor transparencia.

El Senado recomienda también la adopción de una forma societaria y propone que puedan añadir junto a su denominación social en el registro la letra "F" para que conste su origen familiar. Otra de las propuestas aboga por la creación de un sistema de arbitraje o mediación específico para resolver los conflictos que puedan surgir entre familia y empresa.

Acciones sin voto

La ponencia considera también necesario analizar y reconsiderar la regulación de las acciones sin voto para facilita a las empresas familiares el acceso a financiación sin que ello suponga la pérdida de control por parte de los accionistas miembros de la familia.

Según explicó ayer a Europa Press el portavoz económico del PP en el Senado, Damián Caneda, las acciones sin voto se contemplan únicamente en el caso de las sociedades anónimas, mientras que la mayor parte de las empresas familiares tiene forma social limitada y, por tanto, no pueden acogerse a este modo de financiación. En su opinión, esta medida permite obtener ingresos adicionales sin poner en riesgo el control de la empresa.

 

Dos conceptos que se confunden

Son dos conceptos diferentes, pero suelen presentarse unidos y a menudo dan lugar a confusión. El informe de la ponencia de estudio de la empresa familiar del Senado hace especial hincapié en recordar que pyme y empresa familiar no son sinónimos, aunque reconoce que existe "una clara tendencia" a confundir ambos términos.

Según el texto, es importante diferenciar ambos conceptos, ya que la definición de pyme "supone unas limitaciones cuantitativas, en cuanto a número de trabajadores, que no existen en la empresa familiar". Los miembros de la ponencia recalcan que las empresas familiares "cubren el amplio espectro que va del pequeño ultramarinos de pueblo a la gran empresa que produce miles de millones de pesetas con miles de empleados".

Los datos que maneja el Senado indican que la empresa familiar en España supone entre el 65% y el 80% del total de las empresas y el 80% de las sociedades inscritas en el Registro Mercantil. Además, genera entre el 65% y el 70% de los puestos de trabajo.

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