González se reserva en el organigrama del BBVA las grandes orientaciones
Francisco González y José Ignacio Goirigolzarri presentarán hoy al consejo la nueva estructura del BBVA, en la que González asume el diseño de la estrategia y Goirigolzarri será el encargado de ejecutarla. Desaparece el denominado G-6 y el comité de dirección, que pasa a denominarse comité ejecutivo, reduce sus miembros de 21 a 12.
Francisco González, presidente único del BBVA, y el consejero delegado del banco, José Ignacio Goirigolzarri, han finalizado ya el organigrama del banco, tras la nueva etapa que da por cerrada la fusión con la salida anticipada de la presidencia de Emilio Ybarra.
Tanto González como Goirigolzarri presentarán hoy al consejo del banco la nueva estructura directiva del grupo. En esta nueva estructura el presidente gana poder, al asumir la estrategia del grupo, mientras que el consejero delegado se encargará de su puesta en marcha.
Hasta ahora, la estrategia del grupo estaba en manos del comité de grupo -denominado en el banco el G-6-, creado en la anterior reestructuración del banco hace ocho meses y que desaparece en la nueva estructura.
El G-6 estaba formado por González; Ybarra; Pedro Luis Uriarte, hasta el martes vicepresidente y consejero delegado del banco; José Ignacio Goirigolzarri; Javier Echenique (que presentó ayer su dimisión en el banco), y José Antonio Fernández Rivero (único que junto a González era de Argentaria). Este comité se constituyó para buscar el equilibrio entre las culturas del BBV y de Argentaria, según se comunicó en abril. Pero los acontecimientos producidos el martes, con la salida anticipada de Uriarte e Ybarra, han derivado en la desaparición de este comité cuyas funciones estratégicas las asume González.
Además, en el nuevo organigrama se reduce el comité de dirección, que adopta ahora el nombre de comité ejecutivo, formado por unas 12 personas, frente a las 21 que integraban el anterior, y que se amplió (desde la creación del BBVA hasta abril este comité estaba formado por 16 personas). Lo que se pretende con esta nueva estructura es que sea más horizontal, de forma que cada área se responsabilice de la ejecución de sus objetivos y la información quede más centralizada.
Este comité ejecutivo estará integrado por el presidente del banco, el consejero delegado y 10 directivos más. Entre ellos estarán previsiblemente Ángel Cano, procedente de Argentaria, que gana peso en la nueva estructura; Julio López (BBV); José Maldonado (Argentaria); Gregorio Villalabeitia (Argentaria); Ignacio Sánchez Asiaín (BBV); José María Abril (BBV, y que en esta reestructuración también gana peso); Mario Fernández (BBV), o su sustituto una vez que se prejubile, y José Antonio Fernández Rivero (Argentaria).
De esta forma se consigue un equilibrio entre los ejecutivos que proceden de Argentaria y los del BBV. Hasta ahora predominaban los del BBV (13 del BBV frente a ocho de Argentaria).
Francisco González tendrá nuevamente bajo su control las áreas de presidencia, que estará bajo la responsabilidad de Ignacio Moreno (Argentaria), que gana peso puesto que de él dependerán auditoría, cumplimiento normativo, el servicio de estudios y el gabinete técnico. Hasta ahora Moreno era el responsable del gabinete técnico de presidencia junto a Javier Chávarri.
También dependerán de González la secretaria general y del consejo, cuyo responsable será nuevamente José Maldonado; asuntos legales, responsabilidad que recae nuevamente en Mario Fernández hasta su jubilación, que se producirá en 2002; comunicación e imagen, encabezado por Javier Ayuso, tras la jubilación de Antonio López, y relaciones institucionales, en el que repite Alfonso Basagoiti, hombre clave como enlace entre el BBVA y el Gobierno vasco.
De presidencia también dependerá el área financiera, que estará bajo la dirección de Ángel Cano, como hasta ahora, aunque su papel en el banco será más importante. Este área tendrá dos patas: intervención y control de gestión, que estará controlado directamente por González, y relaciones con inversores y gestión de balances, subdivisión dependiente de Goirigolzarri. El resto de las áreas del banco dependerán del consejero delegado, que asumirá, además de las que ya gestionaba antes (el negocio minorista y Latinoamérica), el negocio mayorista y recursos humanos y sistemas informáticos, cuyo director general es José Antonio Fernández Rivero.
En esta reorganización también se procederá a prejubilar a unos 10 directivos, todos procedentes del BBV.
CC OO espera que no cambie la gestión del banco
La organización sindical teme que se prime la actividad por Internet en detrimento de la tradicional
Comisiones Obreras (CC OO) manifestó ayer su inquietud por los cambios en la cúpula del BBVA, que calificó de "precipitados", y su deseo de que "no representen un cambio de cultura corporativa en el banco", según la secretaria general de la Federación de Servicios Financieros (Com-fia), María Jesús Paredes.
Según la representante sindical, "el BBVA tiene una cultura de negocio con un tipo de banca en el que prima el buen servicio al cliente, y eso supone cuidar el empleo". Paredes destacó que "la etapa que acaba, aunque mejorable, no ha sido de grandes conflictos, sino de diálogo, al contrario de lo que ocurre con el SCH", y expresó su deseo de que no cambie la gestión en el capítulo de las relaciones laborales.
Uno de los temores del sindicato es que el BBVA decida primar las inversiones en la banca por Internet y descuide la banca tradicional, con las consiguientes repercusiones en el empleo.
CC OO cree que habrá "bastantes cambios" en los escalones inferiores a la cúpula y espera que se concreten "lo antes posible", para despejar las incertidumbres.
Como ejemplo de entendimiento con la dirección del BBVA, María Jesús Paredes destacó el acuerdo de intenciones firmado el pasado lunes en Madrid entre el banco y los representantes sindicales de España, Brasil, Chile, Colombia y Uruguay. Los de Argentina no pudieron acudir por los problemas que sufre el país.
El acuerdo crea un marco de relaciones laborales común para todo el grupo, que tiene en Latinoamérica unos 80.000 empleados. Según Paredes, el objetivo es que se respeten en todos los países los derechos laborales que el banco reconoce a sus empleados en España, aunque en un principio se centrará en unificar aspectos como la formación y las categorías profesionales. "Esto es sólo el principio, pero es muy importante que el BBVA reconozca como interlocutor a la representación sindical conjunta, cosa que el SCH se niega a hacer porque su política es antisindical", añadió.
Críticas a Zaplana
María Jesús Paredes, que asistió en Valencia al primer congreso nacional de Comfia-CC OO, denunció el incumplimiento por parte del presidente valenciano, Eduardo Zaplana, de los compromisos de guardar la proporcionalidad política en la designación de miembros de las asambleas de las cajas de ahorros.
Se refería a la decisión del Partido Popular de acaparar todos los representantes del cupo de la Generalitat Valenciana en Bancaja, CAM y Caixa Ontinyent ante la negativa del PSOE a aceptar una renovación que no era proporcional a la representación política en las Cortes. La responsable sindical afirmó que la falta de pluralidad "es peligrosísima para la profesionalidad y la estabilidad de las entidades" y calificó de "mangoneo" la actitud del PP valenciano.