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POLÍTICA

Mohamed VI pidió al líder socialista excluir Ceuta y Melilla de las conversaciones

Zapatero reveló ayer que el rey de Marruecos le pidió excluir de las conversaciones que iban a mantener sobre la crisis diplomática con España la situación de Ceuta y Melilla, detalle que el secretario general del PSOE agradeció al monarca.

"Yo valoré el gesto y además el Rey me comentó que no tenía inconveniente alguno en que este detalle se conociera", afirmó Zapatero.

La primera parte de la entrevista con Mohamed VI, en la que estuvieron también presentes el embajador de España y la responsable de relaciones internacionales del PSOE, Trinidad Jiménez, se centró en los principales puntos de desencuentro entre los dos países, comenzando por la ruptura del acuerdo de pesca con la Unión Europea y el reflejo que tuvo en los medios de comunicación españoles. A juicio de Zapatero, esta ruptura fue el origen de la posterior secuencia de tensiones.

En este encuentro también abordaron la situación en el Sáhara. Zapatero mantiene la opinión de que hay que dar una oportunidad a la iniciativa auspiciada por Naciones Unidas para favorecer el diálogo, un paso que no presupone, a juicio del secretario general del PSOE, prejuzgar resultado alguno. El líder socialista negó que su partido haya cambiado de actitud en este conflicto después de que el ex secretario de Estado estadounidense James Baker haya apostado por establecer un marco de autonomía para el pueblo saharaui siempre dentro de la soberanía marroquí. Ello presupone la renuncia a la celebración del referéndum apadrinado por Naciones Unidas.

El primer ministro marroquí, Abderramán Yusufi, aseguró ayer en declaraciones a la Cadena Ser que la visita de Zapatero a su país ha supuesto una buena oportunidad para "discutir las causas de la actual crisis" en las relaciones entre Madrid y Rabat y que tendrá "influencia" en la resolución de dicha crisis, ya que la cooperación entre el PSOE y los socialistas marroquíes es "perfecta" para hacer avanzar una solución.

Respaldo de Yusufi

El viaje de Zapatero ha supuesto no sólo una "oportunidad de profundizar en la cooperación entre nuestros dos partidos", sino que también ha sido una "oportunidad para discutir las causas de la actual crisis y trabajar en el sentido de la solución de la misma", añadió Yusufi.

Las relaciones con Marruecos también fueron abordadas ayer, aunque fuera de forma tangencial, durante la comparecencia de José María Aznar en el Congreso para explicar la reciente cumbre europea de Laeken. En ella el presidente se mostró abierto a consensuar con la oposición una postura conjunta sobre la futura construcción comunitaria y subrayó su negativa a abrir antes de 2006 el debate sobre el nuevo marco financiero en el que deberá desenvolverse la Unión Europea después de la ampliación.

Con posterioridad, en la sesión de control al Gobierno, Zapatero reprochó a Aznar su "alergia al diálogo" y su falta de "tolerancia y respeto" hacia las propuestas de la oposición. El líder del PSOE acababa de enterarse cuando hizo estas acusaciones de que Aznar había delegado en Piqué para oír sus impresiones sobre la situación en Marruecos. "Escuchar sólo a los aduladores", le dijo a Aznar, "es el camino hacia la arrogancia".

Aznar le contestó con la enumeración de acuerdos firmados en esta legislatura y sentenció: "Usted tiene 17 políticas pero no una seria".

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