La economía continúa su desaceleración hasta el 2,6%
La economía se desaceleró hasta el 2,6% en el tercer trimestre, prosiguiendo la senda iniciada a mediados de 2000. Han incidido en ello el menor vigor de las exportaciones y la caída de las inversiones en bienes de equipo. El consumo, en cambio, mantiene un ritmo de aumento del 2,8%, sostenido por el gasto de los hogares, en una etapa de afloración de dinero negro ante la llegada del euro. La creación de empleo también se frena, hasta el 2%, y los beneficios empresariales crecen más que los salarios. El Gobierno confía en que la desaceleración económica se haya paralizado en el cuarto trimestre, pero no descarta que no se cumplan sus previsiones, que estiman un crecimiento medio del 3% para todo el año.
La economía siguió perdiendo fuelle en el tercer trimestre de este año, sostenida tan sólo por el consumo. Según los datos oficiales de contabilidad nacional, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el crecimiento real del producto interior bruto (PIB) fue del 2,6% respecto al mismo periodo del año anterior, por debajo del 3,2% registrado en el primer trimestre y del 2,9% del segundo. En tasa bruta intertrimestral, el PIB cayó un 0,9% de agosto a septiembre.
Esta senda descendente se ha extendido tanto a la demanda interna como al flujo exterior. El menor impulso de la demanda interna (su crecimiento pasa del 3% al 2,8%) está causado por la fuerte desaceleración de la formación bruta de capital fijo, especialmente por la contracción de la inversión en bienes de equipo, cuyo crecimiento negativo se ha disparado del -0,9% al -3,1%. De hecho, Estadística ha detectado un descenso del grado de utilización de la capacidad productiva, "que ha abortado el repunte de la inversión en equipo experimentada en el segundo trimestre".
Por otro lado, la demanda externa ha profundizado su senda negativa, con una aportación de -0,2 puntos, una décima más negativa que en el segundo trimestre. Ello se debe a la intensa desaceleración de las exportaciones (hasta el 2,2%), que se han visto perjudicadas por el menor ritmo de actividad de Alemania y Francia, los principales socios comerciales.
El escenario de desaceleración generalizada del tercer trimestre sólo se trunca por el comportamiento del consumo, que mantiene un crecimiento del 2,8%. El consumo de las Administraciones públicas, incluso, se acelera hasta el 3,6%. El gasto de los hogares se mantiene también en buen tono, impulsado en parte por "una mayor demanda de bienes suntuarios" aprovechando la transición al euro, según indica Estadística, en una alusión velada al blanqueo de dinero negro. Por el lado de la producción, el INE recoge una evolución descendente en todas las ramas de actividad, con la excepción de los servicios no orientados al mercado.
La construcción sigue siendo el sector que tira de la economía, con un ritmo de crecimiento del 5,4%. La industria se desacelera hasta el 1%.
Folgado admite que
la previsión oficial puede no cumplirse
El secretario de Estado de Economía, José Folgado, lanzó ayer un mensaje de optimismo sobre la marcha de la economía española, "que es capaz de seguir creciendo, al 2,6%, al doble de lo que está creciendo ahora la zona euro, en una etapa de fuerte desaceleración mundial". Folgado destacó también la intensidad en la creación de puestos de trabajo de una economía que es capaz aumentar el empleo al 2%-2,3% con un aumento del PIB de sólo el 2,6%.
"Después de cinco años de expansión continuada, no hemos quemado las naves para enlazar esta etapa con una nueva fase de crecimiento", dijo, señalando que los indicadores de que dispone el Gobierno para el cuarto trimestre "sugieren que la economía ha dejado de desacelerarse". No obstante, Folgado admitió que pueden no cumplirse las previsiones oficiales del Gobierno para este año, que pasan por un crecimiento medio del PIB del 3%.
El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, ya había advertido hace dos meses que la economía no llegaría al 3% este año y que el PIB del tercer trimestre se situaría "cercano al 2,5%", lo que le granjeó las críticas de Folgado. "No sé si va a ser el 3% o menos. Si no sale el 3%, no pasaría absolutamente nada. Lo importante es que existen bases sólidas para seguir creciendo en 2002, como lo muestra la recuperación del consumo, el elevado apalancamiento financiero de las empresas y el entorno de tipos de interés a la baja", matizó ayer Folgado, autocorrigiéndose.
Precisamente, la oposición política y los sindicatos advirtieron ayer al Gobierno de la "fragilidad" del crecimiento para el futuro, que se apoya ahora sólo en el consumo, "y parte de él sustentado por la afloración de dinero negro".