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El Santander toma el mando en Auna y nombra a Grimá máximo ejecutivo

El Santander ha tomado el mando en Auna. Ayer se concretó la salida de Telecom Italia del accionariado del segundo operador español de telecomunicaciones, en un movimiento que ha venido acompañado de cambios en la estructura directiva. Joan-David Grimá, el hombre del SCH para sus participaciones en telecomunicaciones, asumirá el puesto de vicepresidente y consejero delegado, y sustituirá en esta responsabilidad a Miguel Iraburu.

Auna es desde ayer un operador de telecomunicaciones netamente español. Telecom Italia ha materializado su salida de la empresa y vende su 26,89% a Endesa, Unión Fenosa y el banco Santander Central Hispano (SCH) por 2.000 millones de euros (332.772 millones de pesetas). La operación ya sólo está pendiente de la aprobación de las autoridades reguladoras, según explicó ayer la operadora italiana en un comunicado, que obtendrá unas sustanciosas plusvalías de 1.140 millones de euros (189.680 millones de pesetas). El cierre de la transacción fue confirmado más de tres horas y media después por los socios españoles.

Pero la reorganización accionarial no ha sido el único movimiento en Auna. En un comunicado conjunto del SCH, Endesa y Fenosa, los nuevos dueños del grupo confirmaron la pérdida de competencias del hasta ahora director general, Miguel Iraburu, que será sustituido por el hombre fuerte del Santander en la operadora, Joan-David Grimá, que asumirá el puesto de vicepresidente y consejero delegado. Iraburu mantiene por ahora su puesto dentro de la estructura del grupo, aunque sin funciones ejecutivas, y queda en manos de la voluntad de Grimá.

La ascensión de este último, que mantiene su responsabilidad en el banco, coincide con la toma de poder del Santander en Auna. Poco a poco ha ido elevando su participación declarada en el grupo de telecomunicaciones y ha sido el auténtico impulsor de la reorganización accionarial. Grimá y el SCH ya intentaron una operación similar de toma de poder en Airtel, aunque en este caso se encontraron con la oposición frontal del entonces presidente, Juan Abelló, y del núcleo estable de accionistas.

En una serie de consejos sucesivos, el Santander, a través de su principal representante, Grimá, protagonizó uno de los conflictos accionariales más virulentos de las telecomunicaciones españolas. En aquellos enfrentamientos, el SCH y Grimá fueron los perdedores, pero ahora parecen haber quedado plenamente resarcidos.

El nuevo organigrama del grupo, que algunas fuentes aseguran que se podrá modificar en el futuro una vez que Grimá asuma plenos poderes, queda dominado por antiguos hombres de Amena. Josep Canós es el primer ejecutivo de Retevisión, Belarmino García sigue como número uno de Amena, Antonio Anguita encabeza Eresmas, mientras que Antonio Hernández lidera Auna Cable. El presidente del grupo sigue siendo Luis Alberto Salazar-Simpson.

Pero si el SCH es el virtual ganador de la reorganización también lo es Telecom Italia, que ha sacado unas sustanciosas plusvalías al vender su paquete, un total de 1.140 millones de euros, a pesar de hacerlo en un momento de crisis para el sector y sin claros compradores. Las ganancias se destinarán a mejorar el balance de uno de los ex monopolios menos endeudados de Europa.

Tras su salida, Endesa asume el 29,88% de Auna, con opción a comprar otro 5,5%. Fenosa, con el 18,7% y la posibilidad de aumentarlo hasta el 23,47%, mientras que el SCH sube su participación al 23,5% y adquiere la obligación de comprar lo que las eléctricas desechen. Hasta ese momento, ING tendrá el 10,27%.

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