Galán retrasa la creación del primer grupo mundial de energías renovables
La ampliación de capital mediante la aportación de activos en EHN, sociedad participada por Iberdrola, Sociedad de Desarrollo de Navarra (Sodena), Cementos Portland y Caja de Navarra, y que daría lugar al primer grupo mundial de energías renovables que tendría un valor de 550.000 millones de pesetas (3.305,57 millones de euros), se ha encontrado con el viento en contra. La eléctrica vasca que iba a controlar el capital solicitó a última hora del pasado sábado una revisión del acuerdo, una estrategia que ha disgustado al resto de accionistas.
La fotografía de la firma del acuerdo que se iba a celebrar ayer no se producirá, al menos durante los próximos días. El consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, viajaba ayer con urgencia a Pamplona, sede de EHN, para reconducir una situación de desencuentro entre los accionistas de la compañía navarra de energía renovable que el máximo responsable del grupo eléctrico había provocado el sábado, cuando se negó a sellar un pacto elaborado por sus propios directivos, según fuentes cercanas a la compañía navarra. El retraso en la firma se ha argumentado en que hay "problemas de agenda".
Medios consultados aseguran que las discrepancias van más allá. Al parecer, la necesidad de tener una mayoría reforzada para tomar decisiones claves en el consejo de EHN, lo que daría cierto peso a Sodena, controlada por el Gobierno de Navarra, y Caja Navarra, ha provocado el malestar de la eléctrica. Otras fuentes, sin embargo, afirman que los intereses en negocios relacionados con las energías renovables de varios accionistas de Iberdrola con puesto en su consejo de administración han provocado el desencuentro.
Reconducir la situación
Las negociaciones para reconducir la situación se han intensificado a lo largo de este fin de semana. Incluso, se ha estudiado la posibilidad, según propuesta de Miguel Sanz, presidente del Gobierno de Navarra, al presidente de Iberdrola, Íñigo de Oriol, de crear una comisión en la que participen los accionistas de EHN para limar diferencias.
EHN está participada en un 38% por Sodena, en un 37% por Iberdrola, en un 15% por Cementos Portland y en un 10% por Caja Navarra. La compañía se constituyó en 1989 con el objetivo de desarrollar energías renovables y hoy en día la integran más de 25 sociedades. La más importante es Energía Eólicas de Europeas Holding (EEEH), constituida al 50% con Iberdrola. A final de 2000 contaba con 32 parques eólicos repartidos por España y Francia y 25 minicentrales hidroeléctricas, entre otras instalaciones.
Contrato en Brasil de 13 parques eólicos
El dibujo de la nueva EHN no ha variado todavía, a pesar de los intentos de Ignacio Sánchez Galán. A la compañía está previsto que Iberdrola aporte todos sus activos eólicos y las minicentrales y que la actual EHN, en la que Iberdrola también participa, lo haga con sus activos energéticos en el campo eólico, de la biomasa, fotovoltaicos y minicentrales. Ayer mismo, ambas empresas, unidas en el consorcio Enerbrasil, obtuvieron autorización para instalar 13 parques eólicos en Brasil, por una inversión superior a los 100.000 millones de pesetas.
Esta ampliación de capital mediante aportaciones no dinerarias daría lugar a una compañía valorada en unos 550.00 millones de pesetas y con un plan de inversión para los próximos cinco años de más de 415.000 millones de pesetas.
En la nueva EHN, Iberdrola, según las valoraciones, tendría un 60% y Sodena, Caja Navarra y Cementos Portland, el resto. El objetivo es que en el primer trimestre de 2003 la sociedad amplíe su capital mediante una colocación en Bolsa del 30%, lo que le permitirá ingresar unos fondos superiores a los 150.000 millones de pesetas destinados a financiar su ambicioso plan de expansión. La colocación supondrá una reducción de las participaciones de los accionistas para quedar Iberdrola con un 42%.