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Los mayores de 60 años pagarán el 50% a la Seguridad Social

El próximo 1 de enero estarán en vigor las nuevas medidas para la "jubilación a la carta". El real decreto que regulará este retiro incluye bonificaciones del 50% de las cotizaciones empresariales de los trabajadores mayores de 60 años. A partir de esta edad, la bonificación se ampliará un 10% anual hasta los 65 años y desde entonces se aplicará una exoneración total de cuotas.

Los responsables de la Seguridad Social, la CEOEy CC OO tienen prácticamente cerrado el real decreto que recoge las condiciones de lo que se ha denominado "jubilación gradual y flexible" y que desarrolla el Acuerdo de Pensiones de finales del pasado mes de marzo. Los dos ejes fundamentales de la nueva norma que barajan las partes pretende crear incentivos para evitar que más de la mitad de los trabajadores se jubile antes de los 65 años, al tiempo que se garantizan y modifican los derechos de aquellos que quieren prejubilarse a partir de los 61 años.

A falta de los últimos retoques, las partes planean mantener una última reunión tripartita de la mesa de seguimiento del Acuerdo de Pensiones -probablemente el lunes o el martes de la próxima semana- para culminar entonces estas negociaciones.

En materia de incentivos, se establecerá una bonificación del 50% de la aportación empresarial en la cotización a la Seguridad Social por contingencias comunes, salvo por incapacidad temporal derivada de las mismas. Para acogerse a esta medida el trabajador deberá ser fijo y tener una antigüedad en la empresa de al menos cinco años. Si al cumplir 60 el trabajador no tuviera dicha antigüedad en la empresa, la bonificación será aplicable a partir de la fecha en la que se alcance dicha antigüedad.

Además, esta bonificación del 50% se irá incrementando un 10% cada año, a partir de los 60 años, hasta que el trabajador cumpla los 65 años, desde cuyo momento la bonificación será del 100%. Así, los empresarios quedarán también exentos de cotizar a la Seguridad Social por todos los trabajadores fijos de más de 65 años que acrediten 35 o más años de cotización efectiva. Igualmente, si el trabajador no hubiera cotizado los 35 años exigidos, la exención será aplicable desde el momento en que los acredite.

El Ministerio de Trabajo ha calculado que en 2002 las bonificaciones para mayores de 60 años costarán 47.850 millones, y las exoneraciones, unos 15.000 millones.

Los firmantes también pretenden que todas estas bonificaciones sean compatibles con el resto de las recogidas en los programas de fomento del empleo estable, siempre y cuando su suma no supere en ningún caso el 100%. Sin embargo, ninguna de estas bonificaciones serán aplicables en los trabajadores de las Administraciones y organismos públicos.

Para calcular la pensión de aquellos que sigan trabajando más allá de los 65 años tendrá en cuenta el incremento de la base de cotización de los últimos 12 meses en función del IPC más dos puntos, por los periodos que el empresario no haya cotizado por el trabajador.

El real decreto -que plasmará también la nueva regulación de jubilación anticipada a partir de los 61 años para aquellos que no hayan cotizado antes del 1 de enero de 1967- incluirá la obligación de las empresas que se acojan a expedientes de regulación de empleo (ERE) y que no estén en situación de crisis (quiebra o suspensión de pagos) de suscribir convenios especiales con la Seguridad Social.

Dichos convenios cubrirán la financiación de las cotizaciones en el periodo desde que cese la prestación por desempleo contributivo -generalmente dos años- hasta los 65 años, edad en la que accederán a la jubilación. Esta financiación se repartirá por acuerdo entre las partes (empresario y trabajador).

Los negociadores también tienen ultimada la posibilidad de que el trabajador que es expulsado del mercado laboral a través de un ERE y cobra subsidio por desempleo pueda decidir, llegado a los 61 años, si se jubila anticipadamente y sufre recortes de su pensión o sigue cobrando el subsidio hasta los 65 años.

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