EE UU bombardea Tora Bora después de que Al Qaeda incumpliera la rendición
Los B-52 estadounidenses volvieron ayer a bombardear la región de Tora Bora, donde se encuentran las debilitadas fuerzas de Al Qaeda, después de que se cumpliera el ultimátum de rendición sin que los simpatizantes de Osama Bin Laden entregaran las armas.
El martes la resistencia de Al Qaeda había anunciado la entrega de armas antes de las ocho de la mañana de ayer, pero la rendición no se llegó a producir. Por la mañana representantes de Al Qaeda y los líderes antitalibán Hazrat Ali y Hayi Zamán se reunieron para negociar el fin del conflicto, pero el encuentro resultó infructuoso.
Mientras que el comandante Hayi Zamán parecía seguir apostando por una salida negociada, otro comandante, Hazrat Ali, no ocultó ayer su impaciencia por lanzar un nuevo ataque. "Los árabes nos han mentido", dijo. "No piensan rendirse y vamos a atacar". El paradero de Bin Laden y del mulá Omar continúa siendo una incógnita y el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, expresó preocupación ante una posible huida de ambos a Pakistán. Fuentes oficiales de este país afirmaron que ni Bin Laden ni sus seguidores encontrarían refugio en el país.
Entretanto, el presidente actual de Afganistán, Burhanudin Rabbani, marginado del poder por el acuerdo de Bonn, acusó el miércoles a poderes extranjeros de imponer un Gobierno no representativo del pueblo afgano, que supone una "humillación a la nación". Aun así apoyó la elección del líder tribal pastún Hamid Karzai como jefe del nuevo Gobierno interino, al que debe entregarle el poder el 22 de diciembre.
El presidente estadounidense, George Bush, prometió perseguir a los miembros de Al Qaeda fuera de Afganistán. "Esta gran nación, junto con nuestros amigos y aliados, no descansará hasta enjuiciarlos a todos" y alertó de que se encuentran en decenas de países.