Duisenberg prevé una recuperación lenta y Aznar, rápida
La recuperación económica llegará a la eurozona en el 2002, pero será un "proceso muy lento" y no se consolidará hasta la segunda mitad del año. Así opina el Banco Central Europeo -que ayer mantuvo los tipos de interés en el 3,25%- prefirió mostrarse cauto y no adelantar datos sobre las previsiones de crecimiento del área.
La entidad europea decidió ayer mantener los tipos de interés en el actual 3,25%, pero dio una de cal y otra de arena. Por un lado señaló que el crecimiento de la zona euro fue débil en la última mitad de 2001 y que, probablemente, seguirá así a comienzos de 2002. Sin embargo, dijo que al mismo tiempo las condiciones apuntan a que el crecimiento económico se incremente en el transcurso del año que viene.
"La reciente caída de los precios del petróleo y las expectativas de bajada de la inflación contribuirán a elevar la renta disponible de los ciudadanos y aumentarán la demanda", afirmó el presidente del BCE, Wim Duisenberg, ante la prensa.
Para Duisenberg no existen grandes desequilibrios en la zona euro "que requieran un largo proceso de corrección" de la economía. Cumpliendo con las expectativas de los mercados, el banco decidió mantener los tipos de interés en el área en el 3,25%, tasa que considera "apropiada". Los analistas esperan una nueva bajada de los tipos en el primer trimestre del próximo año, dada la debilidad del crecimiento económico y la tendencia a la baja de la inflación. En este sentido, el BCE confirmó ayer el descenso de las presiones inflacionistas y dijo que el incremento de los precios se situaría por debajo del 2% a principios del próximo año.
"En realidad, ya se dan las condiciones para un nuevo abaratamiento del dinero", opinó Michael Schubbert, experto del banco alemán Commerzbank, "pero el BCE necesita disponer de más datos que lo avalen". Añadió que el BCE siempre deja pasar un mínimo de ocho semanas entre cada movimiento de tipos, tal y como ocurrió en el último descenso de tipos del pasado 8 de noviembre. Este analista considera que la próxima bajada de tasas "llegará en enero o febrero del próximo año".
Durante 2001, el BCE ha bajado los tipos en cuatro ocasiones, un número escaso si se compara con las 10 veces que la Reserva Federal estadounidense ha abaratado el dinero para fomentar el crecimiento económico.
Lentitud en las reacciones
En numerosos sectores se considera que el banco europeo reacciona con demasiada lentitud dada la situación económica en la eurozona, que sólo crecerá un 1,6% este año y un 1,3% el próximo, según la Comisión Europea. La coyuntura es especialmente difícil en Alemania. Con un descenso del crecimiento económico del 0,1% en el último trimestre y unas perspectivas similares para el actual, el país se encuentra al borde de la recesión y la confianza de los empresarios es la más baja de los últimos ocho años.
Por otra parte, el BCE aprovechó la reunión de ayer para fijar el valor recomendado para 2002 del M3 (indicador que mide la cantidad de dinero en circulación en la eurozona) y decidió dejar este valor recomendado en el actual 4,5%, pese a que en la actualidad sobrepasa ampliamente esta cantidad.
Duisenberg apremió ayer a los Gobiernos del área a que se mantengan fieles al Pacto de Estabilidad económica, pese a que aseguró que la media de los presupuestos gubernamentales de 2001 empeorará en la eurozona por primera vez desde 1993, debido a la ralentización de la economía y a la falta de contención del gasto en países que, además, han aprobado recortes tributarios. Añadió que algunos países tendrán un margen de maniobra muy limitado para equilibrar el presupuesto y, aunque concretó cuáles, todos pensaron en Alemania, que en 2002 alcanzará un déficit del 2,7%.
Duisenberg no estará en la fiesta del euro
El presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, afirmó ayer que la introducción de los billetes y monedas de euro "no tendrá un efecto directo destacable sobre el nivel medio de precios en la eurozona". El economista holandés señaló que ello se debe a "la vigilancia de los consumidores y a la elevada competencia en el sector del comercio al por menor", así como a la decisión de los Gobiernos de no incrementar los precios administrativos. Duisenberg añadió que la introducción física del euro "va por buen camino".
A tan sólo 24 días de que el euro llegue a nuestros bolsillos, el banco se dispone a preparar los actos que darán la bienvenida a la nueva moneda.
En Francfort, sede del BCE, se organizará una fiesta para recibir el euro, a la que no asistirá Duisenberg, que ayer se negó a desvelar dónde celebrará la Nochevieja para no ser molestado. Fuera, en la plaza donde está situado el banco, se instalará una moneda de euro gigante de más de 15 metros de altura obra del artista Ottmar Hoerl y que pretende representar la llegada de la era euro.