La inversión en el AVE Madrid Barcelona suma ya un billón
El Gobierno ha contratado ya casi un billón de pesetas en la construcción y equipamiento de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona-frontera francesa, donde todavía quedan al menos tres años de obras. De esa cantidad, 777.598 millones de pesetas (4.600 millones de euros) corresponden a la adjudicación de la construcción de 620 kilómetros del trazado, el 73% del total, y la adquisición de sistemas de electrificación y señalización del tramo Madrid-Lleida. Renfe, por su parte, ha adquirido trenes por 180.126 millones de pesetas (1.081 millones de euros).
El Gobierno había contratado hasta el 31 de octubre cerca de un billón de pesetas en el proyecto de construcción de la nueva línea de alta velocidad Madrid-Barcelona-frontera francesa, una infraestructura que debería entrar en servicio, según los planes del Ejecutivo, a finales del año 2004.
De los 957.724 millones de pesetas (5.756 millones de euros) contratados, 777.598 corresponden a la infraestructura y 180.126 a la adquisición de 64 trenes de diferentes tipos. Los 777.598 millones citados han servido para adjudicar 629 kilómetros de trazado, que supone el 73% de la longitud de una línea que tiene 855 kilómetros desde Madrid a la frontera francesa.
Contratación pendiente. A estas alturas del proyecto resulta todavía muy difícil cuantificar la inversión total que será necesaria para completar la obra, entre otras razones porque falta por adjudicar alguno de los tramos más complejos, como los accesos, la red urbana y las estaciones de Barcelona y la solución al cuello de botella de la estación de Madrid-Atocha. Por ejemplo, en el casco urbano de Barcelona se han adjudicado ya la redacción de los proyectos de túnel bajo la calle Mallorca y el tramo Latorrasa-Sants, pero falta por definir el tramo Sagrera-Sant Andreu Comtal-Nudo de la Trinidad.
Para todos esta trama de enlaces de alta velocidad suburbanos se han barajado cantidades que alcanzan 300.000 millones de pesetas. Ello, sumado a 226 kilómetros de línea férrea entre Martorell y Figueres, más los sistemas de electrificación y señalización entre Lleida y la capital del Ampurdán, todos pendientes de contratar, pueden elevar el precio final del proyecto hasta cerca de 1,4 billones de pesetas (8.414 millones de euros).
Desviación del coste. El presupuesto inicial de la línea de alta velocidad Madrid-Zaragoza-Barcelona-frontera francesa era de 1,1 billones de pesetas del año 1996, excluyendo la compra de los trenes. Hasta ahora es previsible que la desviación del coste pueda situarse en al menos 150.000 millones de pesetas.
La construcción de la obra del AVE entre Madrid y Sevilla, con 478 kilómetros de longitud, ascendió a medio billón de pesetas del año 1992, y provocó una gran polémica.
w Vías y equipos. De los 777.598 millones de pesetas contratados hasta octubre, el 68% han sido dedicados o están destinados al desarrollo de actuaciones de obra civil. El resto se dedica a la compra e instalación de equipos de seguridad y electrificación.
La plataforma y la vía en campo abierto está lanzada y, en estos momentos, pueden comprobarse los grandes avances realizados. Por el contrario, las obras de tránsito por Zaragoza se encuentran muy retrasadas.
La instalación de los sistemas de electrificación (contratado en 23.891 millones de pesetas), los de señalización y seguridad (21.192 millones), los de radio móvil (6.261 millones), los de telecomunicaciones fijas (5.072 millones) y los de subestaciones eléctricas se encuentran en un momento crítico, y sólo en los próximos meses se podrá saber si los suministradores cumplen los plazos.
Trenes hechos en España. La operadora ferroviaria estatal, Renfe, ha adquirido 64 composiciones de cuatro tipos diferentes de trenes para asegurar el servicio de la nueva línea de alta velocidad.
Se trata de 16 composiciones del ICE-350 de Siemens por 66.658 millones de pesetas, otras 16 composiciones del Talgo 350 por 56.320 millones de pesetas, 20 trenes lanzadera de hasta 270 kilómetros por hora de Alstom y CAF por 37.899 millones de pesetas y 12 trenes de ancho variable de CAF y Alstom por 19.222 millones de pesetas.
La construcción del material rodante para la línea se enfrenta a algunas dificultades que, cuando han pasado más de seis meses desde las adjudicaciones, todavía no se han terminado de resolver. Así, las compañías adjudicatarias se han comprometido a fabricar la práctica totalidad de los trenes en plantas españolas y alguna de ellas no consigue firmar el contrato correspondiente con los subcontratistas.
Por otra parte, las duras exigencias en velocidad de los trenes que se han contratado contrastan con el escaso número de kilómetros que los modelos ganadores del concurso han rodado a estos exigentes registros, lo que puede provocar al final del proceso problemas de homologación.
El GIF paga la obra con presupuestos y fondos comunitarios
La financiación de las obras de ejecución de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona-frontera francesa, que gestiona el ente público Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), proviene por ahora de aportaciones directas de los Presupuestos Generales del Estado y de fondos comunitarios. El balance del ente público, que tiene previsto recurrir al endeudamiento para completar los fondos necesarios para ejecutar esta línea, aparece todavía libre de capital ajeno.
Al cierre de 2001, el inmovilizado material neto del GIF, que refleja la inversión real acometida descontada la amortización acumulada, ascenderá a 3.641 millones de euros (605.000 millones de pesetas), según consta en el proyecto de Ley de Presupuestos del Estado para el ejercicio 2002. Para financiar ese coste, el ente dispone de unos fondos propios de 3.766 millones de euros. (626.000 millones de pesetas).
El GIF tampoco tendrá que captar recursos ajenos en 2002, un año en el que además de la línea Madrid-Barcelona-Francia, ya estarán a pleno rendimiento las obras de ejecución de las líneas AVE entre Córdoba y Málaga y entre Madrid y Valladolid. El año próximo el inmovilizado material neto del ente alcanzará 6.407 millones de euros, mientras los fondos propios rondarán 5.000 millones. La tesorería y las inversiones financieras que tenía acumuladas hasta ese momento se reducirán de forma significativa. En concreto, la suma de ambas partidas pasará de 1.546 millones de euros a 967 millones. A medio plazo, la financiación del GIF provendrá de cuatro mecanismos, las aportaciones presupuestarias y los fondos de cohesión, en este caso, hasta 2006, el endeudamiento y los ingresos que obtenga por la cesión a terceros del uso de sus activos. En este último caso se encuadran el canon que cobrará a los operadores y los ingresos por alquiler de sus espacios comerciales.