La exportación crece en septiembre un 0,5%, la tasa más baja desde abril de 1999
Las exportaciones españolas registraron un crecimiento mínimo del 0,5% nominal durante el mes de septiembre, la tasa más baja desde abril de 1999, acusando el impacto de los atentados terroristas en EE UU. Esta cifra rebaja un punto, hasta el 8,4%, el incremento acumulado para los nueve primeros meses del año, que se corresponde con el 4,5% de aumento real adelantado el martes por el vicepresidente Rodrigo Rato.
El impacto sobre el comercio mundial de los atentados terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos ha afectado de lleno a las exportaciones españolas, que en el último mes entraron en una situación de estancamiento, agravando los efectos de la recesión internacional y confirmando las negativas impresiones avanzadas por los máximos responsables de Comercio.
En efecto, si el secretario de Estado, Juan Costa, apuntaba ya en la inauguración de la Feria Exporta que el crecimiento de nuestras ventas exteriores sería "mínimo" en septiembre y octubre, el pasado martes era el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, quien durante su intervención en el seminario organizado por The Economist fijaba en el 4,5% el aumento real acumulado por las exportaciones españolas en los nueve primeros meses de este año.
Este crecimiento real, que no recoge las variaciones de los precios, se corresponde con un crecimiento nominal (incorporando ya el efecto precios) del 8,4% para los nueve primeros meses de este año, tasa que elevaría a cerca de 15,9 billones de pesetas el valor de las importaciones españolas del periodo.
La comparación de este importe nominal acumulado con los datos oficiales de la Secretaría de Estado de Comercio hasta agosto, que son los últimos publicados, permite deducir que las exportaciones españolas alcanzaron en septiembre último un valor aproximado de 1,7 billones de pesetas, sólo un 0,5% superior a las del mismo mes del año pasado.
Por encima de la media
Esta tasa de crecimiento, inferior a la errática de junio, es la mas baja registrada por las ventas españolas en el exterior desde abril de 1999, cuando caían un 5,3%, acusando todavía las secuelas de la grave crisis financiera en Asia.
Sin embargo, y al igual que entonces, la ralentización de las exportaciones españoles no sólo está en línea con la evolución del comercio internacional, sino que muestra una tendencia menos acusada que la de otros países de nuestro entorno, lo que permite incrementar la cuota de mercado a nivel mundial de nuestra economía.
En concreto, el 4,5% de aumento real de las exportaciones españolas entre enero y septiembre es prácticamente el doble de la tasa prevista por los principales organismos internacionales para el crecimiento del comercio mundial, que tras los acontecimientos posteriores al 11 de septiembre se ha rebajado a entre el 2 y el 2,5%.
Por otra parte, la fuerte ralentización que se observa también en las importaciones españolas, derivada tanto de la desaceleración de la demanda interna como de la moderación de los precios energéticos, permite aventurar que las variaciones en el déficit de la balanza comercial serán mínimas tanto a nivel mensual como en el acumulado, manteniendo así la tendencia a la corrección de este desequilibrio tradicional de la economía española, y que para el conjunto de los ocho primeros meses de este año presentaba un crecimiento de sólo ocho décimas, hasta 4,58 billones de pesetas, con respecto al de enero-agosto de 2000.
El propio Juan Costa destacaba, en la citada inauguración de Exporta en Barcelona, la importancia de esta estabilización del déficit comercial, a pesar de la caída de la demanda en los mercados de Estados Unidos y Japón, y se mostraba optimista respecto a una "recuperación rápida" de la crisis económica internacional.
Cae la confianza en los mercados emergentes
La fuerte desaceleración de las exportaciones españolas coincide también con la pérdida de confianza de las empresas españolas en los mercados emergentes que constata la encuesta presentada ayer por el Club de Exportadores y el Centro Español de Relaciones Internacionales (CERI) y en la que solamente Asia y Europa del Este mejoran su valoración respecto al sondeo de abril, lo que refleja el clima de incertidumbre económica desde los atentados del 11 de septiembre.
Latinoamérica ha sido la región mejor valorada en conjunto, con 7,3 puntos sobre 10, aunque experimenta un retroceso respecto al mes de abril, en que obtuvo 7,9 puntos.
La crisis económica argentina y la inestabilidad política en algunos países de la zona andina se señalan como factores que han influido en este empeoramiento de Latinoamérica.
Los mercados emergentes del África subsahariana han sido los menos valorados por los empresarios con 4,2 puntos, que marcan una gran diferencia sobre el resto de las zonas.