Los sindicatos amenazan a Berlusconi con una huelga general
Las poderosas centrales sindicales italianas, que cuentan con más de 10 millones de afiliados, ultiman la convocatoria de más movilizaciones, sin descartar una huelga general.
Los sindicatos italianos convocaron ayer paros parciales de dos horas en todo el país, entre los días 5 y 7 de diciembre, contra la reforma del mercado laboral aprobada por el Gobierno del conservador Silvio Berlusconi.
La reforma, que acaba de iniciar su trámite parlamentario, prevé la desaparición del articulado del Estatuto de los Trabajadores la obligación de que exista una causa justa para el despido en algunos casos específicos.
Las poderosas centrales sindicales italianas, que cuentan con más de 10 millones de afiliados, ultiman la convocatoria de más movilizaciones, sin descartar una huelga general, con las que tienen previsto combatir la flexibilidad de los despidos proyectada por el Gobierno en lo que ya han denominado un invierno caliente.
El desencuentro, certificado el lunes, entre Berlusconi y los líderes de los sindicatos más importantes del país (CGIL, CISL y UIL) sobre la reforma del mercado laboral se ha convertido en la primera piedra de toque de un pulso aún de inciertas consecuencias.
Según el proyecto presentado por el Gobierno, desaparece del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores la obligación de que exista una causa justa para el despido en algunos casos específicos. Los empleados afectados por esta propuesta son los que trabajan en empresas procedentes de la economía sumergida, los que pasan de temporales (1.600.000 en la actualidad) a fijos y los que con su llegada a una empresa hacen que ésta supere los 15 trabajadores.
"La ruptura entre los sindicatos y el Gobierno es un hecho y, además, es una ruptura política", subrayó ayer el secretario general de la UIL, de orientación socialista, Luigi Angeletti.
Con igual tono crítico, pero mayor rotundidad sobre la respuesta a dar, se manifestó Sergio Cofferati, dirigente a su vez del opositor Demócratas de Izquierda (DS), quien dejó entrever que la huelga general es una posibilidad que no se debe descartar.