España desarrolla dos proyectos de contabilidad ambiental
El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, Juan Quintas, y el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Manuel Gala, firmaron el pasado 22 de noviembre un convenio de colaboración entre la fundación de estas entidades financieras (Funcas) y dicha universidad madrileña para desarrollar los criterios ambientales susceptibles de computar el valor económico derivado de la explotación y depreciación del medio natural, a fin de incorporarlos a las cuentas anuales de las empresas.
Dicho convenio se ha firmado con una duración variable para el proyecto que el director general de Funcas, Vitorio del Valle, estima en cuatro o cinco años. Tampoco hay un presupuesto fijo, sino que de momento se han previsto entre 4.000 millones de pesetas y 5.000 millones (24-30 millones de euros).
La Universidad de Alcalá de Henares es pionera en estudios de investigación medioambiental, a través del Departamento de Fundamentos de Economía e Historia Económica de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, que dirige Diego Azqueta, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico y premio nacional de Economía y Medio Ambiente 2001.
Azqueta tendrá a su cargo el proyecto de Funcas y afirmó en un principio que se están dedicando a realizar las cuentas de los recursos del medio natural, es decir, a desarrollar las llamadas "cuentas satélite", en línea con la metodología que promulgan la ONU y el Banco Mundial. Se intenta con ellas medir la intensidad en recursos naturales respecto a los niveles de producción industrial.
En 1993, la división de estadística de la ONU presentó un manual sobre el Sistema Integrado de Contabilidad Económico y Medioambiental (SEEA, conforme a sus siglas en inglés), que, en definitiva, se configura como un sistema de cuentas satélite.
Azqueta cuenta en su departamento con José Manuel Naredo, que en 1974 realizó la primera iniciativa en España de contabilidad ambiental, entonces desde el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aquella iniciativa no fructificó y hoy el INE ha vuelto a retomar este esfuerzo. De momento, el INE ha logrado desarrollar unas cuentas para el agua y para la explotación forestal sostenible, siguiendo también la metodología de la ONU y de la agencia europea Eurostat. Pero Azqueta pone en duda que el INE pueda concluir resultados sin colaborar con ellos.