Las expectativas de ayuda del FMI calman a los inversores argentinos
El equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) que llegó a Buenos Aires el domingo comenzó ayer a estudiar el estado de las cuentas fiscales de Argentina.
La misión del Fondo revisará las diferencias entre las metas fijadas y los resultados obtenidos en el tercer trimestre, que, según el Gobierno, son satisfactorios. La previsión negativa para el cuarto trimestre y el conjunto del año no sería obstáculo para que el FMI dé luz verde a un desembolso de 1.400 millones de euros en diciembre, en el marco del programa acordado hace casi un año por ambas partes. En caso de no hacerlo, el país entraría en suspensión de pagos, ya que no podría hacer frente a los vencimientos de deuda de noviembre y diciembre.
Los mercados parecen opinar lo mismo, pues, por prime-ra vez en semanas, el índi-ce de riesgo-país cayó ayer más de 100 puntos básicos respecto al viernes, ubicándose en 2.772 puntos. Las acciones en la Bolsa de Comer-cio, al igual que los títulos de la deuda pública, mostraban tendencia ascendente, en lí-nea con el optimismo reinan-te. El éxito del canje de la deuda de los inversores loca-les es la causa fundamental de este giro de la situación, junto con el optimismo sobre la buena disposición del Fondo.
Mientras tanto, los depósitos bancarios continuaban cayendo. Pero Enrique Olivera, presidente del Banco de la Nación Argentina, la mayor entidad financiera del país y en manos del Estado, precisó que sólo salen de los bancos los grandes inversores, con montos superiores a un millón de euros, mientras siguen creciendo las imposiciones de particulares por cantidades menores.
El positivo cambio de clima se debe también a un principio de consenso político entre Gobierno, empresarios, sindicalistas y partidos políticos. Ayer y el domingo hubo reuniones preparatorias para un encuentro cumbre el próximo jueves en la Casa de Gobierno.