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España se suma al plan para un nuevo avión europeo de combate

Los ministros de Defensa de España, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Suecia sentaron ayer en Bruselas las bases de los futuros sistemas de defensa aéreos europeos. Apenas un mes después de que se presentase en España la primicia del Eurofighter, el avión de combate fabricado por la Sociedad Europea Aeroespacial y de Defensa (EADS) y la compañía británica British Aerospace, los seis países firmantes de la declaración decidieron ayer "lanzar, en cooperación con la industria, un programa de investigación y tecnología que cimente el futuro sistema de combate aéreo, cubriendo todos los aspectos dentro del sector" aeronáutico.

El Eurofighter es el punto de referencia, pero se deja la puerta abierta para desarrollar prototipos de unidades no pilotadas, así como para la investigación en misiles de largo alcance.

La declaración, destacó el titular español Federico Trillo, "tiene auténtica voluntad política", pero también "auténtica voluntad militar". Trillo recordó la importante presencia de la empresa española CASA en el consorcio Eads, en el que se fundió junto a la alemana DASA y la francesa Aeroespatiale.

Los seis países firmantes señalaron su "intención de destinar los fondos públicos necesarios" al nuevo plan. Trillo asegura que "no se trata de comprometer fondos que están en manos de los Parlamentos", sino de "dar lugar a una puesta en común de los [diferentes] programas" nacionales de sustitución de armamento.

El mensaje político de los ministros llega en un momento en que la cartera de pedidos del sector se ve amenazada por la incertidumbre en la aviación comercial. Casi el 71% de los 72.000 millones de euros que facturó la industria aeroespacial europea en 2000 procedieron de la venta de tecnología para usos civiles, según los datos de la Asociación Europea de Industria Aeroespacial (Aec-ma). Los pedidos militares sólo supusieron el 29,2%. Los porcentajes eran exactamente a la inversa en 1980.

Los ministros de Defensa firmantes de la declaración ofrecen ahora al sector el compromiso de concluir en el verano de 2002 un estudio sobre sus necesidades militares aeronáuticas para los próximos 20 años.

Fusiones

A cambio los ministros requieren a la industria para que "haga una contribución financiera adecuada a este esfuerzo" y la conminan "a adoptar soluciones innovadoras (...) que permitan aprovechar al máximo el potencial de la industria en cada país". Y no dudan tampoco en sugerir la consolidación del sector, al plantear a las empresas "reagrupación y/o cooperaciones".

El presidente de EADS, Rainer Hertrich, ya preveía, incluso antes de los atentados del 11 de septiembre, un proceso de concentración en el sector, dado que la complejidad y escala de los programas de inversión suele exigir la contribución de varios países europeos.

Los ministros de Defensa pidieron ayer a sus directores nacionales de armamento respectivos que den prioridad a los programas tecnológicos para agilizar los acuerdos transnacionales que hagan falta para los nuevos planes de defensa.

El sector aeroespacial prevé que en los próximos 20 años se necesitará una inversión de 100.000 millones de euros para asegurar la competitividad de la industria europea, tanto en el terreno civil como en el militar.

El sexto programa marco de investigación de la Comisión Europea, sin embargo, sólo prevé 1.000 millones de euros para el sector aeroespacial. En Estados Unidos, contrasta el sector, el erario público financia el 50% de la inversión necesaria en I+D.

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