Cataluña propone crear una tasa para penalizar el vertido de residuos
El Gobierno catalán creará en 2002 un impuesto sobre los vertederos para penalizar el vertido de los residuos, según el consejero de Medio Ambiente de la Generalitat, Felip Puig. La acción se enmarca dentro del Segundo Programa de Residuos Municipales previsto para los próximos cinco años, que cuenta con un presupuesto de 80.000 millones de pesetas.
El titular de Medio Ambiente de la Generalitat avanzó que el Gobierno catalán presentará una iniciativa legislativa en el Parlamento catalán antes de que finalice el año, en la que se establece la implantación de un impuesto ecológico en la recogida de residuos. La recaudación del impuesto, que gravará cada tonelada de residuos que se deposite en los vertederos, revertirá en los ayuntamientos. La creación del canon pretende impulsar la recogida selectiva en la comunidad catalana, ya que la tasa variará según el volumen de materia depositada, según manifestó el consejero.
Puig recordó que impuestos similares ya existen en la mayoría de países europeos, donde el precio por cada tonelada que se deposita en un vertedero oscila entre 4 y 9 euros (666 y 1.497 pesetas). La implantación del impuesto generará unos ingresos anuales cercanos a los 2.500 millones de pesetas (15,03 millones de euros), teniendo en cuenta las tasas europeas. El consejero de Medio Ambiente estima que el proyecto se aprobará a principios del próximo año y se pondrá en marcha a mediados de 2002, lo que sentaría el primer precedente a nivel nacional.
La creación del canon se enmarca dentro del plan de gestión de residuos municipales de Cataluña previsto para los próximos cinco años y en el que se invertirá un total de 80.172 millones de pesetas (480,84 millones de euros). Los Gobiernos central y autonómico, los fondos europeos y el sector privado son los principales inversores del programa.
Recuperar la basura
El objetivo del plan, que divide por primera vez los residuos municipales en comerciales y domiciliarios, es recuperar el 69% de los residuos generados en los municipios catalanes, mientras que tan sólo se depositará un 31% de la basura producida en los vertederos.
El área urbana de Barcelona genera cada año más de 1,5 millones de toneladas de residuos domésticos, de los que el 85% se incinera o se deposita en vertederos controlados. El plan de gestión de resi-duos también promoverá un menor uso de envases y emba-lajes de difícil reciclaje, así co-mo de materiales perjudi-cia-les para el medio ambiente.
El titular de Medio Ambiente reconoció que el nuevo programa es más ambicioso que el primero, aprobado en el año 1995. "El programa anterior pretendía recoger entre los años 1995 y 2001 el 50% de materia orgánica, aunque la cifra finalmente se ha situado en el 2,5%". El plan de residuos municipales también establece que la recogida de papel y de vidrio será del 75% en 2006, mientras que la de envases ligeros se situará en el 25%.