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Pujol resuelve la crisis confiando la cartera de Medio Ambiente a Unió

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, resolvió ayer la crisis de Gobierno que arrastraba desde enero de este año, cuando nombró a Artur Mas consejero jefe de su Ejecutivo. La decisión de Pujol ha llegado tarde, pero además ha sorprendido por incluir piezas no previstas en el rompecabezas inicial.

La Generalitat confirmó ayer, mediante un comunicado, el nombramiento del democristiano Ramón Espadaler como consejero de Medio Ambiente, en sustitución de Felip Puig, que pasa a Obras Públicas, apeando del Govern a Pere Macías. El hasta ahora responsable de las infraestructuras catalanas deja el Ejecutivo para asumir la secretaría general adjunta de la futura CiU federada, que se formalizará el próximo 2 de diciembre.

Era un secreto a voces que Espadaler, de 38 años y hasta ahora secretario general de Unió, sería el escogido para asumir la cuarta consejería que otorgan a los democristianos los estatutos de la nueva federación. Como posibles destinos se habían barajado los Departamentos de Medio Ambiente, Cultura e incluso Sanidad. También se presumía que Felip Puig abandonaría Medio Ambiente para convertirse en secretario general adjunto de la federación. Con lo que casi nadie contaba es con que Pujol sacrificase al consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Pere Macías.

La decisión final del presidente catalán tiene mucho que ver con las reticencias expresadas por Unió ante la posibilidad de que Puig se convirtiese en el número dos de la federación, detrás de Duran. Las difíciles relaciones entre Puig y los democristianos vienen de lejos. Su etapa al frente de la secretaría de organización de Convergència coincidió con una de las mayores crisis entre los socios de la coalición.

La elección de Macías ha sido mejor recibida, tanto por unos como por otros. Macías, como Puig, forma parte del llamado sector soberanista, del que se ha rodeado Mas. Pese a ello, su talante negociador le hace mantener buenas relaciones con Unió. Puig, al mismo tiempo, sale reforzado, porque pasará a ocupar una de las carteras con mayor capacidad inversora del Ejecutivo catalán.

La oposición catalana aseguró ayer que este cambio de Gobierno obedece a intereses de partido. Los nuevos consejeros tomarán posesión el próximo miércoles.

Cinco remodelaciones

Esta crisis, la quinta en dos años de legislatura, se cerró la noche del miércoles, tras la reunión de más de tres horas que mantuvieron Pujol y el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida. Ahora el único fleco pendiente es la designación de los candidatos de CiU al Congreso y al Ayuntamiento de Barcelona.

El pacto de federación establece el derecho de Unió a encabezar una de las dos candidaturas. Pero tanto Convergència como Unió se decantan por la lista de las elecciones generales y prefieren dejar a sus socios el intento de disputar la Alcaldía de Barcelona al PSC.

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