_
_
_
_

Iberia anuncia que cerrará el año con pérdidas operativas a causa de la crisis

Iberia ha presentado sus resultados entre enero y septiembre en un año en el que se han conjugado factores dispares para su actividad, la mayoría de ellos muy poco favorables, los atentados del 11 de septiembre, la huelga de los pilotos, los indicios de la recesión. Todo ello ha provocado que el beneficio neto en los nueve primeros meses haya caído un 11%, hasta los 23.527 millones de pesetas. La empresa, además, es pesimista sobre el inmediato futuro y anuncia pérdidas operativas para el ejercicio completo cuando el año pasado fue positivo en 10.945 millones de pesetas.

La compañía aérea de bandera española Iberia obtuvo un beneficio neto consolidado en los nueve primeros meses del año de 23.527 millones de pesetas (141,4 millones de euros), lo que representa un descenso del 11% respecto a los resultados del mismo período del ejercicio precedente, que ascendieron a 26.455 millones de pesetas (159 millones de euros).

Estos datos recogen el impacto de alguno de los acontecimientos que han pesado en la actividad de la empresa durante este atípico ejercicio: la huelga de verano de sus pilotos y los indicios de recesión económica. Sin embargo, el suceso más trascendental y negativo, los atentados del 11 de septiembre, sólo afectan a los 20 días del periodo contabilizado, por lo que Iberia considera que los resultados todavía no recogen el verdadero alcance de esta crisis. La aerolínea ha avanzado que ya durante el mes de octubre la demanda total cayó un 8%, mientras que en la clase más rentable, la de los pasajeros de negocios, se hundió el 25%. La negativa evolución de la actividad aérea de la empresa tras los atentados se refleja en la caída de pasajeros de vuelos internacionales.

En concreto, fue del 6% en los vuelos en Europa y del 10,4 % en el largo radio, mientras que el número de viajeros en vuelos nacionales se redujo un 3,8%. Esta situación ha provocado que los ingresos por pasaje sean un 7,5% inferiores a los de octubre de 2000.

Como conclusión a este cúmulo de malas noticias la aerolínea- prevé que los efectos de la actual crisis quedarán reflejados en una caída de los ingresos hasta final de año, lo que provocará que los resultados de explotación para el conjunto del ejercicio sean negativos.

Hay que recordar que durante el año 2000 Iberia consiguió unos beneficios de explotación cercanos a los 11.000 millones de pesetas (66 millones de euros).

Pesimismo para 2002

El pesimismo de Iberia se extiende al año 2002, al considerar "probable" que esta tendencia de reducción de ingresos se extienda "a lo largo de la mayor parte del próximo ejercicio, lo que hace imprescindibles las medidas anticrisis que está tomando la empresa para evitar resultados negativos", según la nota hecha pública por Iberia.

Junto a la caída de los beneficios netos de Iberia hasta el mes de septiembre, en un 11%, el resto de los parámetros públicos hechos públicos ayer tampoco son alentadores. El beneficio de explotación fue de 6.106 millones de pesetas (36,7 millones de euros), con un descenso del 41% en relación a los nueve primeros meses del año 2000. La cifra de negocios creció un 9,6% para situarse en 607.974 millones de pesetas (3.654 millones de euros), mientras los gastos alcanzaron los 600.320 millones de pesetas (3.608 millones de euros), con un crecimiento del 10,6%.

Los beneficios netos en el tercer trimestre, el mejor del año para cualquier compañía aérea, alcanzaron los 22.462 millones de pesetas (135 millones de euros), un 9,1% inferiores a los del mismo periodo de 2000, a pesar de haber contabilizado la plusvalía por la venta de una parte de la participación de Amadeus y el ajuste del impuesto de sociedades de 2000, que aumentó los resultados 16.139 millones de pesetas (97 millones de euros). Los resultados de explotación durante este periodo fueron de 8.802 millones de pesetas (52,9 millones de euros), un 41,9% menos que en el tercer trimestre del año anterior.

Reducción de actividad

El programa de medidas anticrisis que ha puesto en marcha la compañía para intentar minimizar las malas expectativas de los próximos meses contempla, además de un plan de regulación de empleo sobre unas 2.000 personas, una reducción del 11% la oferta de vuelos de Iberia en la temporada de invierno, lo que supone en la red nacional el recorte de vuelos con las islas y en la red internacional, la supresión de los vuelos directos Barcelona-Nueva York y la reducción de frecuencias con Río de Janeiro, Santiago de Chile o Caracas.

En la red internacional de corto y medio radio, supuso la eliminación de los vuelos a Túnez, así como los vuelos directos desde Madrid-Barajas a Hamburgo, Stutgart y Atenas, que se siguen ofreciendo vía Barcelona. También redujo las frecuencias en los vuelos de Tel Aviv, El Cairo y Estambul.

Por otro lado, la aerolínea ha decidido aplazar las entregas de tres aviones Airbus A340, cinco A321 y once A320 previstas para 2002. Además, ha retirado dos Boeing 767 alquilados y tiene previsto adelantar la retirada de seis Airbus 300.

 

La dirección presenta la regulación de empleo esta semana

La dirección de Iberia tiene previsto presentar a mediados de esta semana a las centrales sindicales el plan de regulación de empleo incluido dentro del programa para hacer frente a la crisis que vive el sector aéreo, que se inició el año pasado y que se ha agudizado a partir de los ataques terroristas del 11 de septiembre. La aerolínea anunció ayer, dentro de la información trimestral sobre sus resultados remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ese ajuste afectará a menos del 10% de la plantilla.

En concreto, el colectivo afectado se situará entre 2.000 y 2.500 personas, según fuentes sindicales, ya que la referencia es la plantilla media anual de la empresa. Iberia sostiene que esa medida "es ineludible si se quiere garantizar la continuidad del resto de empleos".

La intención de la aerolínea que preside Xabier de Irala es acometer ese adelgazamiento de plantilla a través de medidas no traumáticas, básicamente prejubilaciones, bajas incentivadas, despidos temporales y no renovaciones de contratos.

Una vez presentada la regulación a las centrales, ambas partes tendrán un plazo de 30 días para intentar consensuar el ajuste antes de elevarlo a la autoridad laboral. A lo largo de estas últimas semanas los contactos entre empresa y centrales han sido constantes para facilitar la consecución de un pacto en el periodo formal de consultas.

Entre tanto, el Gobierno se ha mostrado reticente con la regulación planteada por Iberia, que en un principio iba a afectar a cerca de 3.000 personas. Iberia pretende que el ajuste no le impide estar preparada ante una eventual recuperación de la demanda.

Ayer Iberia cayó en Bolsa el 4,6%. La cotización bajaba poco más del 1% a media sesión, pero al conocerse el siniestro del avión de American Airlines en Nueva York, llegó a perder el 6%.

Archivado En

_
_