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La confianza empresarial cae al mínimo de cinco años

Los atentados contra Estados Unidos han golpeado con dureza los cimientos económicos europeos. La confianza de las empresas cayó en octubre a su nivel más bajo desde hace cinco años, un dato que se mantiene en línea con el desplome de los pedidos industriales en Alemania. Nuevos argumentos para quienes reclaman al Banco Central Europeo (BCE) que hoy vuelva a bajar los tipos de interés.

Los datos relativos a la confianza empresarial en la zona euro en octubre son los primeros en recoger el impacto de los atentados del pasado 11 de septiembre sobre la economía de la región, ya que el 85% de las respuestas del mes anterior se recogieron antes de los ataques.

En octubre, la confianza de los empresarios cayó al -1,14 desde el nivel de -0,57 de septiembre. Los economistas consultados por Reuters apuntaban un descenso del índice a -0,80.

El dato puede reflejar una sobrerreacción de los empresarios a los atentados contra EE UU, como aseguran desde la Comisaría para Asuntos Económicos y Monetarios que dirige Pedro Solbes. Pero, en todo caso, recogen el fuerte y rápido deterioro de la confianza empresarial europea a escasos meses de la puesta en circulación de la moneda única, que según vienen pregonando las autoridades económicas europeas iba a reforzar la confianza en la región.

Al margen de la evolución de la economía estadounidense, los empresarios comprueban que la desaceleración europea es real, pese a que muchos de sus responsables nieguen lo evidente.

Los pedidos industriales cayeron en Alemania un 4,1% en septiembre, en una señal más de la debilidad que acecha a la primera economía europea. La principal causa de esta caída fue el descenso en las exportaciones de bienes de consumo (-10,9%), una tónica que -aunque menos acusada- se prevé que continúe en los siguientes meses.

La Oficina Europea de Estadísticas (Eurostat) también publicó ayer los datos de ventas minoristas en la zona euro correspondientes al mes de agosto. Los datos apuntan a un aumento del 0,3% respecto a julio, lo que sitúa la tasa interanual en el 1,8%. El comportamiento en los Estados miembros fue muy dispar con descensos en Italia y Portugal (1,5% y 3,4%, respectivamente) y fuertes repuntes en países como España (8%), Irlanda (5,9%) y Reino Unido (5,5%). Estos datos constatan que los consumidores habían empezado a reaccionar antes del 11-S a las rebajas de los precios energéticos, aunque poco apuntan sobre el comportamiento de los europeos tras los atentados.

En cualquier caso, este panorama otorga nuevos argumentos al coro de voces que presiona al BCE para que baje los tipos en su reunión de hoy. Los analistas estiman que la inflación se muestra bastante controlada en la zona euro, ya que los datos preliminares apuntan a un descenso de la tasa interanual en octubre hasta el 2,4%.

El propio Fondo Monetario Internacional (FMI) se sumó el martes a la petición de una nueva rebaja de tipos con el argumento de que la zona euro debe contribuir con su política monetaria a impulsar el crecimiento mundial, una crítica en consonancia con la línea defendida por EE UU.

Desde la entidad europea, sin embargo, se defiende que el impacto de las rebajas de tipos aprobadas en la UE aún no se llegan a percibir en su totalidad y que el control de precios y la estabilidad presupuestaria resultan igualmente necesarias. Uno de sus consejeros, Ernst Welteke, se mostró ayer "cautelosamente optimista" respecto a las posibilidades de recuperación a medio plazo.

 

Reunión del Banco de Inglaterra

Al igual que el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra se reúne hoy para tomar una decisión respecto a los tipos de interés. Los analistas prevén que la autoridad británica siga la senda de la Reserva Federal y acuerde un nuevo recorte del precio del dinero, aunque menos agresivo.

Según una encuesta de Reuters, 24 de los 29 economistas consultados prevén una rebaja de 25 centésimas, hasta el 4,25%. De confirmarse, sería la séptima rebaja en lo que va de año para unos tipos de interés que ya se encuentran en mínimos de los últimos 37 años.

Los datos conocidos esta semana apoyarían, al menos en teoría, esta rebaja. El sector servicios, hasta ahora el motor de la economía británica, se contrajo en octubre a su ritmo más acelerado de los últimos cinco años.

Sin embargo, los analistas advierten que una rebaja mayor de 25 centésimas perjudicaría, más que reforzaría, la confianza de los consumidores al lanzar una señal de evidente preocupación sobre la marcha de la economía del Reino Unido.

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