Las importaciones se disparan en consumo y caen en inversión
Alimentos, muebles, confección, calzado, teléfonos móviles y ordenadores personales protagonizan este año los mayores crecimientos de la importación española, mientras se estancan las compras de bienes de inversión. Este comportamiento de la demanda revela la debilidad del crecimiento de la economía y alerta sobre una fuerte desaceleración.
La evolución de las importaciones españolas en los ocho primeros meses de este año, últimos datos oficiales, refleja un fuerte crecimiento de los bienes de consumo ligados a uso personal que, unido al estancamiento de las compras de bienes de inversión, pone al descubierto la debilidad de los cimientos que sostienen el crecimiento de la economía y apunta, en opinión de los analistas consultados, la posibilidad de una recesión, si la recuperación mundial se retrasa más de los previsto.
El análisis de la composición sectorial de las compras exteriores españolas hasta agosto muestra cómo frente a un crecimiento total de las importaciones del 7,2% respecto al mismo periodo de 2000, las correspondientes a manufacturas de consumo suben ya un 12,9% y, dentro de ellas, las de confección y calzado se disparan hasta el 22,9% y 16,4%, respectivamente, dos y tres veces por encima de la media.
Sorprendente es también el incremento del 16,4% en la importación de muebles, mien-tras que se mantienen en tasas elevados los alimentos (10,9%) y la electrónica de consumo (10,4%), capítulo en el que se incluyen, entre otros, los teléfonos móviles y los ordenadores personales.
Miedo a endeudarse
Estos niveles de crecimiento del consumo contrastan con el estancamiento que muestran las importaciones de bienes de equipo, con un crecimiento acumulado de sólo el 2,9% en enero-agosto y ya con un leve retroceso, del 0,6%, en el último mes. Muy significativas son las caídas del 22% en material de transporte y del 4,3% en equipos de telecomunicaciones.
Se desaceleran también las importaciones de automóviles, que pasan de crecer a una tasa del 11,8% en el primer semestre a sólo un 6,5% en enero-agosto. Una desace-leración que responsables del sector detectan que se centra en los vehículos de gama media y baja, y que se compensa con la compra de automóviles de lujo, atribuida en gran medida a operaciones de blanqueo de dinero ante la llegada del euro.
En cualquier caso existe coincidencia en los expertos al destacar que la estructura actual de las exportaciones españolas revela, por un lado, el aplazamiento en las decisiones de inversión de las empresas; y, por otro, una orientación de las economías familiares hacia productos de consumo que no exigen fuentes externas de financiación para evitar endeudamientos. Síntomas ambos de una pérdida de confianza por parte de los agentes económicos y de una grave desaceleración del crecimiento, con incidencia negativa en el empleo.