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El IPC subirá un 1,7% si el redondeo se efectúa con un solo decimal

La entrada en circulación del euro puede generar incrementos injustificados en los precios. Por ello, el Banco de España ha elaborado un informe en el que mide las implicaciones para la inflación de la conversión de precios a euros.

La autoridad monetaria es consciente de que las empresas pueden desear fijar precios en euros que sean atractivos para los consumidores (los llamados precios psicológicos, utilizados en las ofertas), aprovechando el momento de conversión, o la posibilidad de que simultáneamente a la conversión a euros se lleven a cabo revisiones de precios por otros motivos.

El Banco de España estima que las posibles actitudes alcistas por parte de las empresas se verán frenadas por la competencia en los mercados, especialmente en una situación de demanda desacelerada. Cualquier subida de precios que no fuese seguida por los competidores sería más o menos gravosa en términos de cuotas de mercado.

Sin embargo, existe el riesgo de que el redondeo de pesetas a euros no se realice según lo estipulado. El Banco de España ha hecho un cálculo estimativo de las repercusiones para la inflación. Aunque advierte de las limitaciones de hacer un cálculo cuantitativo, indica que el alza de precios es despreciable en un escenario de redondeo a centésimas (tal y como estipula la ley). Sin embargo, la repercusión puede ser de casi dos puntos (1,7 puntos) si se efectúan a décimos de euro, lo que muestra la importancia de no ignorar los céntimos en el proceso de conversión.

La entidad confía también en la postura vigilante de los consumidores y de sus asociaciones para detectar posibles abusos. "Es necesario concienciar a los consumidores de que los precios sin céntimos, aunque son más cómodos, son más gravosos, sobre todo en aquellos de menor cuantía", añade.

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