Discrepancias entre los Estados por el pacto amistoso con Microsoft
El Departamento de Justicia de EE UU no ha conseguido por ahora convencer a todos los fiscales estatales para que secunden el pacto amistoso con Microsoft.
El fiscal general de Massachusetts, Thomas Reilly, ha dicho que no piensa firmarlo porque "Microsoft utilizará este acuerdo para crujir a la competencia". Según Reilly, serán necesarios "grandes cambios" en el documento para que pueda secundarlo. Y será muy difícil que dichos cambios sean consensuados antes de que venza, hoy martes, el plazo fijado por la juez Colleen Kollar-Kotelly.
El fiscal de California también se mostraba reticente a secundar el pacto. Pero algunos de los más críticos con la compañía (entre ellos los fiscales de Nueva York y Connecticut) han moderado bastante su posición tras los atentados terroristas de septiembre y el agravamiento de la crisis económica.
Si alguno de los Estados decide rechazar el convenio amistoso, el proceso contra Microsoft puede continuar con una nueva fase del juicio en la que se decidirán sanciones mediante sentencia firme. La acusación tendrá hasta el 7 de diciembre para presentar sus propuestas de sanciones y Microsoft tendrá hasta el 12 de diciembre para hacer su réplica. Las audiencias públicas se celebrarían en marzo.
El preacuerdo anunciado por Microsoft y el Departamento de Justicia necesita el visto bueno de la juez para poder entrar en vigor.
Para ello es preciso que Kollar-Kotelly lo considere beneficioso para el "interés público". Y, al menos por ahora, la reacción de los mayores competidores de Microsoft y de las asociaciones de consumidores ha sido bastante crítica.
Por otro lado, la Comisión Europea avisó ayer de que piensa seguir adelante con la investigación que tiene en marcha sobre Microsoft al margen de lo que ocurra en Estados Unidos.
La Comisión está investigando si la compañía utilizó prácticas ilegales para extender su dominio en el negocio de sistemas operativos en ordenadores personales al sector de servidores.