España logra retrasar cuatro años la subida del impuesto del tabaco
La Unión Europea aprobará hoy, a falta sólo del dictamen del Parlamento Europeo, una imposición mínima de 1,4 euros (233 pesetas) por cartón de tabaco a partir del próximo 1 de julio. Pero dos países, España y Grecia, han negociado con empedernido tesón para lograr una prórroga hasta el 1 de enero de 2008 en los incrementos pactados. El Gobierno disipa así una nueva amenaza para un índice de precios al consumo que parece escapar a su control.
La Comisión Europea ha logrado imponer en un tiempo récord su propuesta para una nueva fiscalidad del tabaco, que presentó hace sólo ocho meses. Los ministros de Economía y Finanzas de la UE darán hoy su beneplácito a la revisión al alza en cinco Estados miembros (Italia, Portugal y Luxemburgo, además de Grecia y España) de los impuestos indirectos que gravan el consumo de ese producto. Bruselas busca que el nuevo modelo reduzca las diferencias de precio entre los Estados para intentar frenar el fraude y el contrabando de tabaco dentro de la UE.
Desde el 1 de julio de 2002 el gravamen mínimo por cada 1.000 cigarrillos será de 60 euros. Cuatro años más tarde, el 1 de julio de 2006, se incrementará hasta 64 euros. Hasta ahora, la normativa comunitaria sólo exigía que los impuestos ascendiesen al 57% del precio de mercado. Pero las enormes diferencias del precio de base hacen que una misma cajetilla de rubio pueda costar 280 pesetas en los estancos españoles y más de 1.000 pesetas en los del Reino Unido. El nuevo sistema iguala la imposición mínima, aunque deja libertad a cada Estado para sujetar al producto a una fiscalidad más rigurosa.
Primera subida, en enero
Bruselas ha debido reducir en casi 10 euros su propuesta inicial (que era de 70 euros por cada 1.000 cigarrillos) para recabar el imprescindible consenso de los 15 Estados, pues en la UE todas las materias de fiscalidad se deciden por unanimidad. España, en concreto, se muestra satisfecha con los plazos más relajados que ha conseguido arrancar a sus socios comunitarios.
El calendario del Gobierno español retrasará hasta el 1 de enero de 2005 la primera subida, que se traducirá en un incremento de unas 33 pesetas en los impuestos de cada cajetilla de 20 cigarros. Los 10,17 euros de impuestos indirectos por cada cartón que se pagan en la actualidad pasarán entonces a 12 euros. Los fumadores españoles (unos 32 millones en 1994, calculaba la Comisión) y los griegos (ocho millones, según la misma fuente) verán también pospuesto otros dos años y medio la segunda subida. Hasta el 1 de enero de 2008 no aplicarán estos dos países el segundo tramo que ascenderá a cuatro euros por cada 1.000 cigarrillos, o unas 13 pesetas adicionales por cada cajetilla. En total, casi 46 pesetas de aumento en un plazo de siete años.
Proyecto del IPC
El Gobierno ha desactivado así gran parte del potencial impacto de la subida en la tasa de inflación, ya muy por encima de la media comunitaria. Ayer mismo se conocía el dato provisional del IPC en la zona euro para el mes de octubre (2,4%), muy por debajo del de España (3,4%) y Grecia (4%) en el mes de septiembre.
La ministra de Sanidad, Celia Villalobos, llegó a proponer incluso que se excluyera el tabaco del índice de precios al consumo para que España pudiera aceptar la nueva fiscalidad. Bruselas considera de momento inviable esa reforma en el cálculo del IPC armonizado, cuyos criterios fija Eurostat, la oficina de estadísticas de la UE.
Por otra parte, los representantes de los Estados miembros también acordaron una nueva definición de los cigarros, que se aplicará desde el 1 de julio de 200 y excluirá de esa categoría a los productos similares a ésos, pero compuestos con tabaco de cigarrillo. Alemania disfrutará de una derogación hasta finales de 2007 de esta nueva definición de cigarro para permitir que se adapte su industria, ya que ese país es el principal productor y consumidor de esa forma de tabaco que será excluida.