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El capital riesgo desconfía de los parques tecnológicos

Las empresas de los parques tecnológicos no son interesantes para el capital riesgo por considerarlas demasiado expuestas y pequeñas. Sólo dos grupos europeos apuestan por estas pymes

El capital riesgo "no tiene interés en el menudeo, no le interesan las pymes de los parques tecnológicos, pese a que tienen mucha proyección y son muy innovadoras", afirma el presidente de la Asociación de Parques Tecnológicos de España (APTE), Felipe Romera.

La tradicional falta de cultura de capital riesgo en España alcanza cotas críticas en el caso de las tecnópolis: "Ninguna empresa de ningún parque español ha conseguido financiación procedente del capital riesgo", insiste Romera. Es el capital amigo, o sea, el patrimonio personal del empresario y sus familiares el que sostiene hasta ahora la financiación de las pymes tecnológicas.

Los elementos que disuaden a los inversores para apostar por los parques tecnológicos residen en el carácter de pyme de estas empresas y en elevado riesgo que comportan las actividades altamente innovadoras que realizan. "El capital riesgo y los bancos tienen el mismo perfil, sólo le dan dinero a quien ya lo tiene", enfatiza el presidente de la APTE.

Esta falta de confianza contrasta con la buena salud de los parques, como concentraciones de grupos tecnológicos, y de sus empresas. La facturación global ha pasado de 177.000 millones de pesetas (1.063,7 millones de euros) en 1997 a 504.821 millones de pesetas (3.033,9 millones de euros) el año pasado. En este tiempo, además, las ventas medias de cada empresa han experimentado un crecimiento del 47,7%.

No obstante, este panorama empieza a presentar los primeros síntomas de cambio. Dos grupos de capital semilla procedentes de Francia y Reino Unido acaban de llegar a España con el propósito de implicarse en el desarrollo de proyectos tecnológicos e innovadores. Ambos han firmado acuerdos con la APTE para financiar a empresas y emprendedores de los parques.

El grupo francés Najeti se instaló la pasada primavera en España con un fondo de 150 millones de euros (25.000 millones de pesetas) para promover proyectos con tecnología propia patentada o patentable que operen en los campos de la tecnología de la información, telecomunicaciones, biotecnología, nuevos materiales y medio ambiente.

Además de aportar capital para el arranque, proporciona apoyo en la gestión, en la elaboración del plan de negocio y asesoramiento especializado. Najeti ha recibido desde abril 87 proyectos y, de ellos, nueve son objeto de estudio y "pueden generar inversiones a corto plazo", según Pilar Villegas, directora de comunicación de la firma. Las inversiones que el grupo está dispuesto a hacer en cada proyecto oscilan entre los 150 y 250 millones de pesetas (de 901.518 euros a 1,5 millones de euros).

Spark Inversiones, joint venture creada por el grupo británico New Media Spark y el inversor Kiariako Vergos, dispone de otros 100 millones de euros (16.638 millones de pesetas). Su objetivo es invertir entre dos y tres millones en el arranque de proyectos de tecnología de la información, telecomunicaciones, biotecnología y ecotecnología. Kiriano Vergos precisa que ya ha suscrito acuerdos con cuatro emprendedores y resalta que "no es fácil conocer estos proyectos, porque hay tan poca costumbre de capital riesgo que no existen canales de comunicación para encontrarlos".

Por la vía de la financiación pública también se están produciendo cambios. El ICO ha suscrito otro acuerdo que prevé un fondo de 40.000 millones de pesetas (240 millones de euros) para crear nuevos parques y financiar a las empresas de estos recintos. Además, el Ministerio de Ciencia y Tecnología ha abierto una línea de ayudas para impulsar proyectos tecnológicos.

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