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EE UU sufrió en octubre la mayor pérdida de empleos en 21 años

La economía estadounidense destruyó en octubre 415.000 empleos, lo que elevó la tasa de paro desde el 4,9% al 5,4%. Se trata del peor registro laboral en dos décadas y refleja el fuerte impacto de los atentados de septiembre sobre la primera economía del mundo. Bush urge el plan de estímulo y el mercado confía en otra rebaja de tipos.

Los efectos devastadores de los atentados del pasado mes de septiembre sobre una ya debilitada economía estadounidense tuvieron su principal reflejo en el comportamiento del mercado laboral en octubre, cuando se produjo la mayor destrucción de empleo en más de dos décadas.

El Departamento de Trabajo informó que en octubre se perdieron 415.000 empleos netos, la pérdida de empleos más intensa desde mayo de 1980, cuando 464.000 personas pasaron a engrosar las listas del paro.

Con ello, la tasa de desempleo pasó del 4,9% de septiembre al 5,4% en octubre, el paro más alto desde diciembre de 1996 y que afecta a 7,7 millones de estadounidenses. El mercado laboral de EE UU lleva destruyendo empleo ininterrumpidamente desde hace tres meses.

Los datos de octubre superaron con creces las pesimistas estimaciones de los analistas, que auguraban una pérdida de 289.000 empleos y una tasa de paro del 5,2% para el mes pasado.

"Los datos son malos desde todo punto de vista; incluso en sectores en los que se preveía un aumento [del empleo], como la construcción", aseguró Alan Ruskin de 4Cast en Nueva York.

En efecto, la destrucción de empleo alcanzó a todos los sectores de la economía pero con especial virulencia al sector servicios, donde se perdieron 241.000 empleos, la mayor caída desde agosto de 1983. La industria perdió 142.000 empleos y en la construcción otros 30.000 puestos de trabajo.

El Departamento de Trabajo también informó que las retribuciones salariales crecieron un 0,1% en octubre, lo que sitúa la tasa interanual en el 4,1%.

Severa recesión

El panorama que dibujan los últimos indicadores de la economía estadounidense apunta a una recesión más severa de lo previsto inicialmente por los analistas.

"Estamos claramente en los inicios de una severa recesión. Nada daña más la confianza y el gasto de los consumidores que la pérdida de empleos, incluso aunque uno mantenga su puesto de trabajo", asegura Bill Cheney de Servicios Financieros Hancock en Boston.

La confianza de los consumidores se desplomó en octubre a su nivel más bajo desde 1994 y el gasto de los estadounidenses cayó en septiembre un 1,8%, el mayor descenso de los últimos 14 años.

Según informó el Gobierno esta semana, el PIB se contrajo en el tercer trimestre un 0,4%, la mayor caída desde 1991, cuando la economía estaba en plena recesión. Los analistas prevén que la desaceleración actual de la economía estadounidense se prolongue al menos al último trimestre del año, lo que instalaría oficialmente al país en recesión y pondría fin al mayor periodo de expansión económica en EE UU. Los indicadores apuntan en esa dirección.

El Departamento de Comercio informó ayer que los pedidos de fábricas disminuyeron en septiembre un 5,8%, la mayor caída desde enero, hasta situarse en 313.150 millones de dólares. Las principales caídas se produjeron en los sectores de transporte, equipos eléctricos y computadoras.

Estos datos están en línea con el informe de la Asociación Nacional de Gerentes de Compras (NAPM por sus siglas en inglés), que dijo el jueves que la actividad de la industria cayó en octubre al 39,7%, su nivel más bajo desde febrero de 1991, cuando la economía atravesaba una recesión. Con ello se constata que el fin de la recesión industrial, que dura ya más de un año, está lejos de tocar suelo.

De ahí la urgencia del Gobierno de George Bush en que el Senado apruebe este mismo mes el plan de estímulo económico. Tras conocer el dato del paro, Bush reconoció ayer que "no son buenas noticias" para EE UU y apeló al Senado para aprobar el plan porque "necesitamos trabajar juntos para prevenir nuevas pérdidas de empleos mediante el paquete de estímulo económico que permitirá crear una base firme para el crecimiento del empleo", aseguró.

La Administración Bush solicitó al Congreso la aprobación de un plan de estímulo económico por importe de entre 60.000 y 75.000 millones de dólares (71.500-82.500 millones de euros; 10,9-13,7 billones de pesetas). La Cámara de Representantes ha aprobado un plan que asciende a 100.000 millones de pesetas (110.000 millones de euros; 18,3 billones de pesetas), pero el Senado se resiste a aprobar en esos términos el plan, al considerarlo excesivo.

Rebajas de tipos

En todo caso, la debilidad que muestra la economía estadounidense parece propiciar -según la mayoría de los analistas- una nueva rebaja de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal. El comité de política económica del banco central se reunirá el próximo martes día 6 y, tras los indicadores conocidos esta semana, la mayor parte de los analistas coincide en que recortará el precio del dinero en medio punto.

De confirmarse la rebaja, sería la décima ocasión que la entidad que preside Alan Greenspan reduce los tipos de interés en lo que va de año, lo que situaría las tasas en el 2% (desde el 6,5% de principios de año y el 2,5% actual) y claramente en terreno negativo en términos reales. La inflación se situó en septiembre en el 2,7%.

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