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El déficit comercial cae el 2,7% en agosto y absorbe el crecimiento de todo el año

El déficit comercial cayó un 2,7% en agosto, tasa que rebaja a sólo ocho décimas el aumento acumulado por el desequilibrio en los intercambios con el exterior durante los ocho primeros meses de este año y que alcanza los 4,56 billones de pesetas. Tanto las exportaciones como las importaciones muestran una fuerte ralentización.

Aunque agosto es un mes poco representativo y sus resultados no recogen aún el impacto de los atentados del 11 de septiembre en EE UU, las cifras acumuladas de la balanza comercial durante los ocho primeros meses de este año muestran como la moderación de las importaciones por la caída de los precios energéticos está permitiendo rebajar sensiblemente el déficit de nuestros intercambios con el exterior, a pesar de la fuerte desaceleración de las exportaciones que, pese a todo, siguen subiendo ligeramente por encima del crecimiento del comercio mundial.

En concreto, la balanza comercial española cerró el mes de agosto con un déficit de 615.125 millones de pesetas (3.696,98 millones de euros), que suponen un descenso del 2,7% respecto al mismo mes de 2000 y la segunda mejora mensual consecutiva tras la caída del 7,4% en julio. Este resultado es consecuencia de unas exportaciones por valor de 1,38 billones de pesetas (8.296,56 millones de euros), con un crecimiento nominal del 7,7%; frente a unas importaciones de 1,99 billones de pesetas superiores en un 4,2% a las de agosto del pasado año.

Sin embargo, descontando el efecto de los precios que en el caso de las exportaciones subieron un 6% en agosto frente al 4,1% del segundo trimestre, la subida real de las ventas españolas en el exterior fue de sólo el 1,6%; mientras que la subida real de las importaciones se eleva hasta el 4,5%, tres décimas por encima de la nominal, al caer un 0,2% los precios medios de la importación y un 9,8% el de las compras energéticas.

Por áreas geográficas, las exportaciones a la UE muestran un crecimiento más dinámico (9,3%) que las dirigidas a terceros (4,5%), destacando, por países, la recuperación de las ventas a Alemania y Japón, que aumentan el 12% y el 18,7%, respectivamente, tras las caídas de magnitud similar en julio.

Clara ralentización

Con los resultados de agosto, el déficit comercial acumulado en los ocho primeros meses se eleva a 4,58 billones de pesetas (27.532,69 millones de euros), sólo ocho décimas superior al de enero-agosto de 2.000, periodo que se cerró con un incremento del 32,3%.

La clara ralentización de las importaciones, que han crecido a un ritmo nominal del 7,2% en enero-agosto frente al 22,3% de 2000, por la caída de casi 11 puntos en los precios, ha sido el factor decisivo en esta mejoría, permitiendo compensar la también clara desaceleración de las exportaciones, que crecen un 9,4% en enero-agosto de este año, casi 10 puntos por debajo del 19,1% alcanzado en los mismos meses de 2000. La tasa de cobertura de la exportación sobre la importación se beneficia también de esta mejora y se sitúa en el 75,6%, punto y medio superior a la del año pasado.

En valores absolutos, los ingresos por exportaciones acumulados entre enero y agosto llegaron a 14.22 billones de pesetas frente a unos pagos por importaciones de 18,80 billones de pesetas.

Esta ralentización de los flujos comerciales es aún mayor al comparar la evolución en términos reales, que en el caso de la exportación (los precios crecieron un 4,4% en el periodo) muestra un crecimiento del 4,7%, tasa superior en 1,1 puntos al 3,6% de aumento previsto por el FMI para el comercio mundial en este año; pero casi tres veces inferior al 12,2% de crecimiento real en los ocho primeros meses de 2000.

El incremento real acumulado en las importaciones es del 4,9% tras haber crecido el 8,3% en el ejercicio anterior. Esta disminución está fuertemente influenciada por la caída de los precios energéticos, que pasaron de un aumento del 87,9% en 2000 a sólo el 2,5% este año.

 

La demanda de consumo empuja las importaciones

La distribución de los intercambios comerciales con el exterior por grupos de productos muestra como son los bienes de consumo, con un crecimiento real del 10,2% entre enero y agosto (más del doble de la media), los que alimentan el avance de las importaciones. Por contra, las compras de bienes de capital caían un 4% en el periodo, confirmando así los síntomas de recesión de la inversión en la economía española.

Dentro de esta tendencia general destacan los notables crecimientos de las compras exteriores en sectores como las manufacturas de consumo (12,9%), impulsadas por el aumento de las importaciones de calzado y confección; alimentos (10,9%); semimanufacturas (9,1%), especialmente en productos químicos, y bienes de consumo duradero (8,4%), por el crecimiento de la importación de muebles.

Crecieron también un 6% las compras energéticas y un 4,9% y 2,9%, respectivamente, las de automóviles y bienes de equipo (estas últimas por debajo de la media). En este último sector la caída del 22% en las importaciones de material de transporte, que se explica por la reducción de un 52,7% en los pedidos de aeronaves, viene acompañada de un estancamiento en las compras de maquinaria y equipos de oficina.

En el capítulo de las exportaciones crecen por encima de la media las manufacturas de consumo (15,5%), por el tirón de las ventas de confección, y los alimentos (15,3%) .

Como en el caso de la importación, los productos químicos son el principal responsable de la subida de las exportaciones de semimanufacturas (10,1%). Por debajo de la media se sitúan los bienes de equipo (5,1%), afectados por la caída en material de transporte y en motores.

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