Matsushita prescinde de 8.000 trabajadores mientras Hitachi eleva a 20.000 los despidos
Los grandes grupos de electrónica japoneses se han visto atrapados por la fuerte caída de la demanda en el sector de tecnologías de la información. Matsushita e Hitachi anunciaron ayer pérdidas masivas en su primer semestre fiscal y reducciones de plantilla para intentar remontar los números rojos.
Matsushita entró en pérdidas en el periodo analizado con 632,45 millones de euros, frente a un beneficio neto de 467,74 millones de euros en el primer semestre del ejercicio 2000. Para afrontar la crisis, la compañía suprimirá 8.000 empleos hasta marzo a través de jubilaciones anticipadas. En julio, la compañía había anunciado recortes, pero no los había cuantificado.
Para el conjunto del ejercicio, Matsushita prevé pérdidas de 2.411 millones de euros, frente a un beneficio de 3.376,5 millones de euros del año fiscal precedente.
Hitachi, por su parte, registró unas pérdidas de 1.005,5 millones de euros en el semestre, cuando en el primer semestre de 2000 ganó 561,47 millones de euros.
Hitachi, que había anunciado que suprimiría 14.700 puestos de trabajo el pasado mes de agosto, aumentará el recorte hasta casi las 20.000 personas con el objetivo de reducir costes, según el director general del grupo Yoshiki Yagi. Yagi indicó que el sector de la electrónica es todavía muy sólido en Japón y achacó la situación a la crisis estadounidense, el principal país de destino de la producción del grupo japonés. "Los pedidos de material informático están literalmente paralizados", añadió.
Las pérdidas han sido especialmente fuertes en semiconductores (chips) y, en particular, en memorias DRAM, donde la competencia de los fabricantes coreanos también ha afectado a la electrónica japonesa.
Para el conjunto del ejercicio, Hitachi prevé que los números rojos asciendan a 2.093 millones de euros, frente a una previsión inicial de 1.274 millones de euros.
Otros grupos de electrónica, como Mitsubishi Electric, que ayer anunciaron resultados, todavía no han entrado en números rojos, pero han sufrido caídas de beneficios.