Renault ampliará capital para que Nissan tome un 15%
Renault y Nissan han anunciado el paso adelante en su alianza que se venía preparando en las últimas semanas. En cumplimiento de los pactos sellados hace dos años, la francesa ha aumentado su participación en Nissan hasta el 44,4% y, a su vez, la japonesa se hará con el 15% de Renault. Ambas empresas constituirán una nueva compañía con sede en Holanda responsable de las operaciones conjuntas de la alianza. A la vez, el Gobierno francés ha anunciado que reducirá su participación en Renault del 44% al 25%.
Todos los planes dados a conocer ayer se pondrán en marcha a partir del año que viene. El primer paso se dará en Bolsa y antes de lo que estaba previsto en los acuerdos de marzo de 1999, "porque la recuperación de Nissan está siendo más rápida de lo que estaba anticipado", según un comunicado de las empresas. Esta operación se concretará en la ejecución por parte de Renault de sus bonos de suscripción hasta elevar su participación en Nissan al 44,4% desde el 36,8% actual. Este porcentaje es el máximo al que la compañía se comprometía a llegar con Nissan.
Renault pagará el precio convenido en 1999 por esta participación: 400 yenes por acción (600,8 pesetas, 3,61 euros), lo que deja la cantidad a pagar por la empresa en 2.000 millones de euros (332.772 millones de pesetas). A su vez, Nissan se hará con el 15% de la compañía francesa. Esta toma de participación se contemplaba como una eventualidad en los acuerdos, por lo que los extremos de la misma se han discutido en las últimas negociaciones. Según Luis Schweitzer, presidente de Renault, no está previsto que se incremente el porcentaje.
Ampliación de capital
Para dar entrada a la japonesa, Renault hará una ampliación de capital restringida a un precio a fijar con la media de cotización de los últimos 20 días antes de la compra. Según el comunicado de ambas compañías, esta operación no tendrá un gran impacto en las cuentas de la japonesa, algo que preocupaba a su presidente, Carlos Ghosn, más empeñado en rentabilizar la empresa y deshacerse de la millonaria deuda. A día de hoy el precio rondaría los 1.200 millones de euros (199.663 millones de pesetas).
En lo que realmente no tendrá impacto esta operación es en el plano decisorio. Más allá de aumentar el intercambio de un consejero por cada sociedad (sin responsabilidad de gestión), Nissan se verá privada por ley de ejercer su derecho de voto en la junta de accionistas de su socia por ser ésta mayoritaria en su capital.
A resultas de la ampliación, la participación del Estado en Renault se verá diluida del 44% actual al 37,6%. Pero el Gobierno socialista de Lionel Jospin prevé reducir aún más su porcentaje en la automovilística y ya ha anunciado que colocará en Bolsa y entre los empleados un 12,6%, para quedarse con el 25%.
El Estado francés ha ido reduciendo gradualmente su participación en el fabricante de coches desde que en 1994 comenzó su privatización. En principio mantuvo el control reteniendo el 52%, pero se ha ido deshaciendo de pequeños porcentajes. Aún no hay un calendario para esta desinversión y se esperará a una mejor evolución de los mercados financieros.
El último aspecto de este reciente acuerdo se concreta en la creación de una nueva empresa con sede en Holanda participada al 50% por cada empresa -"no es pertinente que mantengamos en proyectos comunes participaciones distintas", dijo Schweitzer-, que dirigirá la estrategia de la alianza y coordinará sus actividades a nivel global.
Esta sociedad será la única responsable de la planificación a medio y largo plazo de las áreas comunes referentes a vehículos, motores y estrategia financiera.
Las sociedades comunes existentes, como la actual para las compras, se situarán bajo la órbita de esta nueva empresa, que estará presidida por el presidente de Renault y vicepresidida por Ghosn.