Fabricantes de equipos, en situación cada vez más difícil
Se ha hablado mucho sobre la situación crítica en la que se encuentran los operadores de telefonía celular que pujaron para hacerse con licencias del nuevo móvil multimedia de tercera generación. También los suministradores han dado inequívocas señales de crisis, anunciando despidos masivos y recorte de inversiones. Sin embargo son los fabricantes los que viven la situación más desesperada por la forma en que se comprometieron a suministrar la tecnología UMTS.
En el caso español, Nortel protagonizó un espectacular crecimiento que le llevó en menos de un año a pasar de una plantilla de 60 personas a más de 1.000. Este despegue se basó en la consecución de dos de los contratos más importantes de UMTS adjudicados por los operadores españoles; en concreto, Airtel-Vodafone y Xfera, así como el suministro de partes fundamentales de la red de Telefónica Móviles.
Nortel
La empresa canadiense logró estos contratos, además de por su valía tecnológica, por las agresivas condiciones de financiación ofrecidas. Nunca han sido desveladas estas condiciones, pero sus competidores aseguraron que Nortel se comprometía a instalar la red y a pagarla, a la vez que asumía importantes penalizaciones en caso de incumplimiento. Sólo al final del proceso el operador desembolsaría la primera peseta.
Nortel anunció ayer una pérdida neta de 3.806 millones de euros en el tercer trimestre del año, frente a pérdidas de 644,6 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior. La empresa no quiso facilitar datos sobre previsiones para el cuarto trimestre ni para el ejercicio próximo escudándose en la incertidumbre creada tras los atentados del 11 de septiembre.