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Solbes advierte que las previsiones de crecimiento de la UE son irreales

El cuadro presupuestario de la mayoría de los países de la zona euro adolece, según acusó ayer la Comisión Europea, de una falta de realismo en las perspectivas de crecimiento que pone en peligro los respectivos objetivos de reducción de déficit y deuda. Bruselas advierte que su evaluación de los programas de estabilidad se basará "en un escenario más realista".

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, ya conoce la treta. Su debú al frente de la cartera económica en 1999 coincidió con planes de estabilidad que no reflejaban el consenso del mercado sobre la evolución macroeconómica de la zona euro. Hasta el año pasado, países como Francia u Holanda presentaban en Bruselas previsiones de crecimiento poco optimistas que les pemitían marcarse objetivos menos ambiciosos en la consolidación fiscal.

El truco se ha invertido este año. En pleno enfriamiento económico, "varios Estados miembros han presentado su Presupuesto (...) con una significativa revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento", afirmó ayer Solbes. "Muchos de ellos, sin embargo, pueden todavía ser considerados demasiado optimistas".

La Comisión teme que, esta vez, el optimismo de los titulares de Economía de la zona euro se traduzca en una política expansiva que, ante la previsible caída de la actividad, hará inalcanzables los objetivos fiscales de los Presupuestos.

"Hay que recordar", advierte Solbes, "que ya antes de los acontecimientos del 11 de septiembre (...) el déficit estructural de la zona euro estaba destinado a crecer un 0,3%".

Algunos Estados miembros, recordó Solbes, ya han aplicado este año rebajas fiscales equivalentes al 0,5% del PIB comunitario. Alemania y Francia parecen esconderse tras la alusión del comisario.

El Ecofin conoció ayer, de momento, detalles de los Presupuestos de España, Holanda, Finlandia y Austria para el año 2002. Bruselas agradece la prudencia fiscal en la mayoría de los Estados, aunque advierte que su "evaluación de la actualización de los Programas se basará en un escenario más realista" que el de los Presupuestos.

El ministro belga y presidente de turno del Eurogrupo, Didier Reynders, avivó, por su parte, la presión en favor de una rebaja de tipos. Varios ministros, entre ellos el español Rodrigo Rato, se desmarcaron de las peticiones expresas de Reynders al presidente del BCE, Wim Duisenberg, para que abarate el precio del dinero.

 

Luz verde a los test con euros en expendedoras

Los fabricantes de máquinas expendedoras y de cualquier aparato cuyo funcionamiento exija la introducción de monedas vieron ayer colmada una de sus mayores demandas en la recta final para la implantación del euro.

Los ministros de Economía aceptaron, por fin, que los fabricantes puedan disponer desde el 15 de diciembre de las monedas necesarias para realizar con precisión las pruebas de peso y calibre que les permitan asegurar un correcto funcionamiento de las máquinas a partir del 1 de enero de 2002.

El Ecofin se había resistido hasta ahora a esa petición del sector aduciendo los riesgos de falsificación. Ayer, sin embargo, decidió concederle los mismos privilegios de predistribución que disfrutará el pequeño comercio desde el 15 de diciembre de este año.

Cada Estado miembro podrá distribuir sólo los modelos nacionales de las nuevas monedas (el reverso difiere de un país a otro). Las empresas interesadas en adquirir la nueva moneda deberán demostrar que las precisan para probar sus máquinas o para verificar la adaptación de sus equipos.

La compra se realizará bajo compromiso de no distribuir la moneda y de adoptar todas las medidas necesarias para evitar su robo o falsificación.

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