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MEDIO AMBIENTE

Laesa abandona el proyecto de desarrollo de la central nuclear 'limpia' de Rubbia

La empresa zaragozana Laboratorio del Amplificador de Energía (Laesa), propietaria de las patentes del sistema nuclear ideado por el premio Nobel de Física italiano Carlo Rubbia para construir un prototipo de reactor revolucionario, está liquidando la sociedad. Los accionistas privados alegan falta de apoyo de las instituciones públicas que participan en la empresa. En cambio, ha recibido un pequeño respaldo de fondos europeos de investigación.

Desde 1998, Laesa dispone del diseño de un acelerador de protones que permitiría reducir a 500 millones de años la vida de ciertos residuos nucleares que hoy mantienen su carga radioactiva el doble de este tiempo. Se trata de la pieza más valiosa del sistema de energía de fisión inventado por Carlo Rubbia para generar electricidad.

Juan Manuel Cabrera, secretario del consejo de administración y apoderado de esta sociedad, afirma que Laesa "se disolverá de forma ordenada antes de que finalice el año" y que "las patentes se liberarán". El consejo decidió en julio abandonar su ambicioso proyecto, conocido como Rubbiatrón, para construir un reactor que evitaría el problema actual de los cementerios de residuos de alta radioactividad.

Los costes del proyecto se dispararon frente a las estimaciones iniciales. El desarrollo del Rubbiatrón estaba previsto en 30.000 millones de pesetas y cinco años. Pero las propias fuentes de Laesa aseguran que para desarrollar un prototipo del acelerador necesitarían investigar en materiales, con lo cual el coste se elevaba a 100.000 millones de pesetas y 10 años.

Apoyo de fondos públicos

Cabrera afirma que las ayudas públicas para desarrollar el Rubbiatrón desde que nació la empresa en marzo de 1997 "apenas llegan a 46 millones de pesetas", al margen de las aportaciones de capital iniciales de los numerosas organizaciones públicas implicadas en la empresa, entre ellas el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), el Instituto de Tecnología de Aragón o las confederaciones de empresarios de Aragón (CREA) y de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme).

Carlo Rubbia tiene un 9% de los 430 millones de pesetas del capital social (2,6 millones de euros) de Laesa, mientras que el resto de los accionistas mantiene participaciones inferiores al 5%. Entre ellos, destacan las cajas de ahorros CAI e Ibercaja y las empresas Ingenierías Españolas Agrupadas (Ingesgrup), Taim-TFG, Abengoa, Novotec y Technicatome (perteneciente al grupo francés Framatome).

Cabrera asegura que tampoco han percibido ayudas del V Programa Marco de Investigación europeo. "Aplazaron la dotación de fondos para que concurriéramos en conjunto con otras empresas europeas, como Framatome y Ansaldo, pero eso no nos interesa", explica.

Sin embargo, Laesa figura, precisamente junto a estas empresas y otras 23 organizaciones europeas (entre ellas, Empresarios Agrupados, la Universidad Politécnica de Madrid y el Ciemat) entre los adjudicatarios del programa europeo PDS-XADS para el estudio de la transmutación de residuos nucleares.

Fuentes de Laesa aseguran que "este mes se firmará el contrato para recibir 18 millones de pesetas". El programa destina al conjunto de los participantes españoles 998 millones de pesetas (seis millones de euros).

Las mismas fuentes señalan que "todavía no se ha convocado la junta de accionistas". Pero un portavoz de Ciemat -que investiga por su lado la transmutación de residuos- afirma que no tienen "nada que ver" con Laesa.

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