La AIE prevé caídas en la cotización del crudo ante la frágil demanda
La caída de la demanda, el riesgo creciente a que la economía mundial entre en recesión y la sobreproducción por parte de la OPEP respecto a las cuotas pactadas auguran nuevas caídas en el precio del crudo en los próximos meses. Así lo asegura la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su último informe, donde reduce drásticamente sus previsiones de incremento de la demanda de petróleo para este año desde los 520.000 barriles diarios de hace un mes hasta los 120.000 actuales. Este panorama hace innecesaria, de momento, la aplicación del plan de emergencia trazado por la AIE para responder de inmediato a una posible escalada en el precio del petróleo.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) asegura en su último informe que el riesgo creciente a una recesión mundial y las caídas interanuales de la demanda de crudo que se producirán en los próximos meses provocarán mayores descensos en los precios del crudo, pese a las incertidumbres que rodean al mercado en este momento.
La Agencia, organismo ligado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sostiene que "el más que probable" recorte de la producción por parte de los países productores pesa menos en el mercado que las negativas expectativas que enfrenta la economía mundial. De hecho, en poco más de un mes el precio del barril de brent, de referencia en Europa, ha pasado de 30 dólares a menos de 22.
El informe asegura que los atentados contra Nueva York y Washington del pasado 11 de septiembre han acelerado la caída en la demanda de crudo prevista para este año, debido a la desaceleración económica y el descenso en el consumo de combustible para el sector aéreo.
Los atentados no han afectado a la oferta mundial de crudo, aunque inicialmente el petróleo registró una fuerte subida, pero han dado un giro de 180 grados a la situación de la demanda.
Según señala la agencia, la demanda de petróleo crecerá este año sólo 120.000 barriles diarios, lo que supone una drástica caída desde su anterior estimación de septiembre, cuando preveía un aumento de 520.000 barriles.
Con este panorama, los países de la OPEP ya han dejado entrever un próximo recorte de su producción entre 700.000 y un millón de barriles diarios, lo que supondría el cuarto recorte de su oferta en lo que va de año. El ministro del Petróleo de Qatar, Abdullah al-Attiyah, ratificó ayer que existe "un fuerte movimiento" en el seno de la organización para volver a reducir su oferta con el fin de impulsar al alza los precios.
Los tres recortes anteriores han reducido la oferta de crudo de estos países en 3,5 millones de barriles diarios. Pero sólo sobre el papel. La AIE asegura que la OPEP produce diariamente 1,3 millones de barriles por encima de la cuota de 23,2 millones de barriles diarios pactada en la organización.
De ahí el interés del secretario general de la organización, Alí Rodríguez, en que los países cumplan los recortes pactados antes de aprobar nuevas rebajas porque ello también contribuye a mantener bajos los precios.
Riesgos de recesión
Pese a la incertidumbre que podría generarse por este recorte, el mercado sigue ponderando principalmente los riesgos que acechan a la economía mundial.
Si a principios de 2001, la recuperación de la economía mundial parecía segura en el último trimestre del año, los atentados del 11 de septiembre han dado al traste con estas expectativas. De hecho, la Agencia de Información de la Energía de Estados Unidos anunció ayer que el consumo de crudo cayó en 900.000 barriles diarios en septiembre, respecto al mismo mes del año anterior, como consecuencia del impacto de los atentados sobre los consumidores.
De ahí que la AIE haya recortado sus previsiones de demanda de crudo para el último cuarto del año en 600.000 barriles respecto al mismo periodo de 2000, lo que supone una caída interanual del 2%. Para el primer trimestre de 2002, las previsiones se reducen en 400.000 barriles respecto al primer trimestre de este año.
La clave, por lo tanto, pasa por la evolución de la economía mundial y por aquí tampoco aparecen buenas noticias. A juicio de la AIE, la economía de Estados Unidos entrará en recesión en esta segunda mitad del año y su economía no se reactivará "antes de la segunda mitad de 2002". El Fondo Monetario Internacional (FMI) se muestra más optimista y asegura que, para entonces, la primera economía mundial ya estará funcionando a pleno rendimiento.
La AIE advierte que, no obstante, "las agresivas medidas de estímulo económico adoptadas por el Gobierno estadounidense permitirán una contracción más lenta de la demanda de crudo en aquel país en la primera mitad de 2002 y una reactivación más vigorosa de lo inicialmente previsto en la segunda parte del año".
La caída de los precios parece casi la única buena noticia que aporta el informe de la AIE. Para los países desarrollados, la caída de la demanda de crudo es fiel reflejo de la evolución negativa que tendrán sus economías en los próximos meses. Para los países productores de crudo, la mayoría economías en desarrollo, la caída de ingresos dificultará la recuperación que empezaban a experimentar tras la crisis de 1997-1998.
Este panorama hace descartar, de momento, la aplicación del plan de emergencia de carácter confidencial diseñado por la AIE para actuar de inmediato ante una posible escalada del crudo derivada de la respuesta militar a los atentados del 11 de septiembre.
El informe descarta problemas de suministro "dado el estado inicial de la ofensiva militar de Estados Unidos" pero insiste una y otra vez en la incertidumbre que genera en el mercado su posible ampliación a otros estados y la posibilidad de una inestabilidad creciente en los países islámicos.
No en vano, los países del golfo Pérsico agrupados en la OPEP representan el 40% de la oferta mundial de crudo y suministran a EE UU el 48% de sus importaciones de petróleo. Si EE UU amplía su ofensiva a esta región y la OPEP decide, además, recortar de nuevo su oferta, su aplicación puede hacerse entonces necesaria.