Ford reduce el dividendo a la mitad y regula empleo en Alemania
Ford se aprieta aún más el cinturón. La automovilística estadounidense ha reducido a la mitad su dividendo trimestral para ahorrar 1.000 millones de dólares (182.120 millones de pesetas, 1.094 millones de euros) y disponer de liquidez. Además, la reducción de plantilla ha llegado a los despachos de la sede de Dearborn. Cinco vicepresidentes, cuatro de ellos con más de 27 años en la empresa, dejarán sus puestos.
Agencias Dearborn / Tokio
El precedente es la guerra del Golfo de 1991. Ford ha trazado otro paralelismo con aquel año y de la misma manera que entonces recurrió al recorte del dividendo, 10 años más tarde ha vuelto a tomar esta decisión para asegurarse liquidez en unas cuentas plagadas de desembolsos extraordinarios. "Es una medida difícil pero necesaria", indicaba ayer el copresidente de la compañía, Jacques Nasser.
"Han coincidido un número de factores en los últimos meses que han tenido un impacto negativo en nuestra compañía y en los resultados operativos", admitió. Según Nasser, los ataques terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington han erosionado la confianza de los consumidores en una economía ya debilitada, lo que no hace más que perjudicar las ventas de su compañía. Ford está sufriendo la crisis más duramente que sus competidores. Sus ventas han caído un 11% en el año, el doble que el mercado.
Nasser reconocía que ésta es una medida "agresiva" pero los analistas la han calificado también de prudente e incluso consideran que añade credibilidad a la empresa.
Sin 'bonus'
Algunos de los más afectados son los miembros de la familia Ford, que verá reducida la remuneración por sus acciones de 85 millones de dólares a 42,5 millones. Y no serán los únicos perjudicados en los puestos más altos.
Ford ha congelado también los bonus del presidente Nasser y del resto de los altos ejecutivos, algunos de los cuales dejarán de estar en el organigrama de la empresa. En línea con la política de reducción de personal que, de momento, prevé la desaparición de 6.000 empleos administrativos en EE UU, cinco vicepresidentes -cuatro de ellos con más de 27 años en la empresa- dejarán sus puestos.
Por otro lado, ayer se supo que el directorio de distribuidores oficiales del grupo ha elaborado un documento en el que se acusa a Nasser de "arrogante" y se sugiere su relevo, lo que es una muestra más del malestar reinante.
Los ajustes no acaban en la sede. Según la automovilística, la caída del mercado va a forzar a la empresa a recurrir a un expediente de regulación de empleo durante 16 días en la fábrica de motores de Colonia (Alemania). Esta fábrica produce para el mercado estadounidense, donde las ventas cayeron en septiembre un 13,5%. Los trabajadores afectados ya han parado siete días en lo que va de año.
Pero en medio de todas las noticias negativas, Ford recibió hace una semana un respiro al que ahora, y según afirmaba ayer Financial Times, quiere sacar rendimiento. Firestone, cuyas ruedas montadas en Ford Explorer han causado accidentes con 272 víctimas mortales, decidió la semana pasada acatar el dictamen de las autoridades de Estados Unidos y retirar parte de las ruedas cuestionadas.
Las autoridades creen que las ruedas eran defectuosas y ahora Ford estudia denunciar a Firestone para recuperar parte de los 3.000 millones de dólares que Ford invertirá en cambiar las ruedas de su antiguo proveedor.