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El BCE mantiene los tipos de interés en el 3,75% para controlar los precios

El Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer mantener los tipos de interés oficiales en el 3,75%, por considerarlos adecuados a los niveles de inflación de la zona euro. Duisenberg aseguró que el banco había analizado todas las variables, y dijo estar en contacto con la Reserva Federal para tomar nuevas decisiones si eran precisas. Cree que la inflación estará por debajo del 2% a principios de 2002.

El presidente del BCE, Wim Duisenberg, explicó la decisión adoptada ayer en Viena por el órgano rector del banco emisor al final de su cuarta reunión extraordinaria fuera de su sede en Francfort y en la primera tras el inicio el domingo de la campaña militar de EE UU tras los ataques en Nueva York y Washington.

La inflación en la zona euro, que integra 12 países, "continuará reduciéndose hasta llegar a un nivel consistente con la estabilidad de precios, es decir, que a comienzos de 2002 estará algo por debajo del 2%, y con ello nos contentaremos". Duisenberg avanzó que el BCE tendrá en cuenta "todos los datos sobre precios, producción, empleo y balanza de pagos" antes de decidir nuevos pasos en su política monetaria.

"Continuaremos vigilando estrechamente los riesgos que surjan en la situación actual" y "seguiremos en contacto estrecho con la Reserva Federal de EE UU" y después "tomaremos nuevas medidas según la marcha de los acontecimientos", apuntó.

Los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre en EE UU "han tenido un impacto negativo en la actividad económica y en la confianza, que podría aplazar un repunte del crecimiento".

Ese crecimiento económico mundial vendría respaldado por las medidas creadoras de confianza que tomaron las autoridades de EE UU, las de la zona euro y las de otros países del mundo tras esos ataques.

En este sentido, la reciente caída de los precios del petróleo puede ayudar a contener la presión inflacionista y a sostener el consumo en muchos países, señaló.

Esos elementos, junto a la existencia de la moneda única, "ofrecerán una mejor base que en el pasado para una recuperación en el curso del próximo año, una vez que el choque inicial haya sido absorbido". "El desafío más crucial al que nos enfrentamos es el de conseguir restaurar la confianza entre productores y consumidores, y ello pasa por una estabilidad de los precios", aseveró.

 

"Bajar al 3,75% estaba planeado antes del 11-S"

Duisenberg justificó la decisión del 17 de septiembre tomada por el BCE para recortar en medio punto los tipos de interés en la eurozona hasta dejarlo en un 3,75%, diciendo que fue "rápida, flexible y apropiada" para la meta monetaria de estabilizar los precios a medio plazo que tiene la entidad bancaria.

"Fue una decisión excepcional en unas circunstancias excepcionales y, aunque la teníamos ya planeada, la tuvimos que tomar antes de lo que habíamos previsto", dijo en relación a los atentados del 11 de septiembre en EE UU.

Duisenberg descartó que la zona euro esté al borde de una recesión, al recalcar que la actual "es una situación temporal". El Consejo de Gobierno del banco concluyó que para alcanzar el índice de potencial económico de crecimiento en la zona euro se han de hacer ajustes más visibles, algo habitual en las épocas de menor crecimiento.

Duisenberg apeló, en este sentido, a las autoridades financieras de los Doce a mantener sus planes de consolidación pese a la ralentización. En cuanto al crecimiento en la zona euro, Duisenberg señaló que "actualmente no hay grandes desajustes" y que las políticas adoptadas para la estabilidad de precios, la consolidación fiscal, la moderación salarial y las reformas estructurales "siguen siendo positivas".

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